La incertidumbre en los mercados ha tenido un efecto directo en los autos antiguos: el alza de sus precios. Hace seis años era difícil pensar que uno de los autos más codiciados, el Ferrari 250 GTO, pudiera romper la barrera de los $30 MDD, y hoy en día uno es ofrecido a la venta por casi el doble de esa cantidad.
El 250 GTO en cuestión es el chasis 3387, el segundo de 36 GTO Serie I construidos. Este fue utilizado por Ferrari como auto de pruebas y de exhibición antes de pasar a manos del NART (North American Racing Team). Después de eso se convirtió en el primero de los GTO en competir logrando un total a lo largo de su carrera de 17 podios en 27 competencias, incluidos un segundo lugar en Sebring (1º en clase) a manos de Phil Hill y un sexto en las 24 Horas de Le Mans (3º en clase).
Siendo un auto de competición con una larga vida en las pistas, el chasis 3387 sufrió del algunos accidentes pequeños y por consecuencia alguna vez tuvo que ser reparado. Por mucho tiempo se especuló sobre si la nariz del auto era la original o había sido suplantada por otra.
Stephen Griswold quien compró el auto en 1975 por $13,000 y realizó una restauración ha salido a aclarar estos rumores. Junto con el dueño actual del auto, John Collins, Griswold asegura que la nariz es la original, y que solamente fue solamente la parte alta del guardafangos izquierdo la cual se reemplazó durante la restauración del auto.
Aunque este 250 GTO se pueda convertir en el Ferrari más caro de la historia, éste no es el Ferrari más valioso que existe.
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