Un Ferrari 250 GTO Serie II, del cual sólo existen 7 (3 originales de 1964 y 4 de 1962 a los que les fue cambiada) y cuyo precio puede superar los $40 millones de dólares, evitó dos accidentes, pero al final terminó chocado gracias a un AC Cobra.
Al principio la suerte estaba del lado del 250 GTO cuando un Jaguar E-Type perdió el control y por pocos centímetros evitó el accidente. En otra ocasión, mientras dos AC Cobras luchaban por posición, uno de ellos casi pierde el control al salir de una curva, lo cual forzó al Ferrari a frenar bruscamente, pero la habilidad del conductor lo salvó.
Lamentablemente el Ferrari no pudo evitar ser víctima de un accidente. Un AC Cobra conducido por el piloto de Aston Martin, Bill Shepherd, quien se clavó en la parte interna previa a la curva para intentar un rebase forzado, lo que terminó en contacto y daño para ambos autos.
Es difícil ver un auto de estos involucrado en un accidente. Afortunadamente ningún piloto salió lesionado. Habrá quien se queje sobre el daño que sufrieron los clásicos, pero para eso están hechos. Mejor un pequeño choque (causado por un rebase forzado y mala conducción) que estar encerrado en una colección privada y sin siquiera ser encendido.
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