La idea original de Ford era sacar de Estados Unidos la producción de la nueva generación del Focus y traérsela a México, pero la industria china le presentó una mejor oferta. Si los rumores son ciertos, Ford se estaría ahorrando hasta mil millones de dólares con esta decisión. El único problema es que tendrá que detener un año la producción para la transición.
El último Focus de generación actual saldrá de la fábrica de Ford en Estados Unidos a mediados de 2018, pero la producción del nuevo en China no comenzará hasta mediados de 2019. Un año entero en el que no se fabricará un solo Focus para el mercado estadounidense, pero Ford no está preocupada.
De acuerdo con nuestros colegas de Motor Trend, las ventas del compacto estrella de Ford han caído de manera importante. Durante los primeros cinco meses de este año se han vendido un 20% menos de Focus. Por lo tanto, de cara a los próximos meses, el stock de unidades será suficiente para abastecer el mercado interno; de no ser así, Ford considera que el nuevo EcoSport —que saldrá a la venta en EE. UU. en enero— puede ser una alternativa en precio para un cliente objetivo muy similar.
Aún queda por conocer la estrategia que seguirá Ford en México. El Focus es importado directamente de la fábrica de Michigan, lo que puede comprometer la disponibilidad del modelo una vez que se detenga la producción. Una alternativa es importarlo desde Alemania —como sucedió con el modelo 2014— o redireccionar sus ventas hacia EcoSport y Escape. La gama actual del modelo 2017 está limitada a sólo dos versiones: SE y Titanium, esta última sólo disponible para el modelo con carrocería sedán. Su rango de precios va de 340,600 a 413,900 pesos.
Vía | Automotive News
