Ford y su transbordador espacial para carreteras, recordando a: Ford GT90
Cuando las marcas se proponen crear algunos prototipos, tienden a mostrarnos un lado futurista y sorprendente. Ford además de eso nos mostró que los límites están hechos para romperse y es que en 1995 dieron a conocer al Ford GT90. Un verdadero hipercoche con algunas soluciones tecnológicas y de construcción que tardarían al menos una década más en verse algo "normales" en los autos más caros y veloces del mundo. Acompáñanos a conocerlo.
En el Autoshow de Detroit de 1995 Ford dio a conocer, en sus mismas palabras, El superauto más poderoso del mundo. Créanlo, para ese tiempo contaba con un poder que muy pocos podrían haber controlado y puesto en un vehículo.
Su razón de ser en un inicio era darle continuidad a la leyenda del GT40 con un auto que de nuevo rompiera cualquier esquema establecido en un deportivo, sin embargo, varios cambios de planes y una tecnología muy cara y avanzada para su tiempo hicieron que desapareciera y solo quedara como una muestra del nuevo lenguaje de diseño que Ford implementaría en sus siguientes lanzamientos.
Su construcción se llevo a cabo en solo 6 meses, mucho de ese tiempo se ahorro al utilizar gran cantidad de componentes extraídos del Jaguar XJ220. La razón es que Jaguar pertenecía a Ford en ese momento. El chasis del GT90 estaba conformado por un monocasco de aluminio revestido con paneles de fibra de carbono, mientras que la cabina estaba dispuesta en una forma de cúpula con techo panorámico.
Aceleraba de 0 a 100 km/h en solo 3.1 segundos, teóricamente su velocidad máxima era de 407 km/h.
Estaba propulsado por un motor V12 quad-turbo de 6.0 litros que desarrollaba 720 hp y contaba con una transmisión manual de 5 velocidades. Se dice que el calor que emanaba de sus escapes era tan alto que podía derretir parte de la carrocería, por ello contaba con paneles de cerámica a los lados de los escapes, dichos paneles son usados por los transbordadores espaciales para protegerse de las altas temperaturas al entrar en la atmósfera de la tierra.
Parte de su equipamiento era un alerón activo que le ayudaba a generar carga aerodinámica a velocidades altas. Otros detalles erán las luces de Xenon y LED, un sistema de detección de punto ciego, con luces de Xenon y LED y un sistema de detección de proximidad para punto ciego, entre muchos otros detalles que tardarían más de 10 años en volverse equipo de serie en muchos autos.
Se cree que de haber sido producido, le hubiera arrebatado sin mayores complicaciones el récord del auto más veloz del mundo al McLaren F1.