Si bien dicen que "el sol sale para todos" (y más en pleno verano), entre las escuderías de Fórmula Uno de media tabla para abajo hay equipos y pilotos que viven al día, que corren con lo justo y que siguen esperando aún obtener sus primeros puntos en el campeonato; ellos también están de vacaciones, pero muy probablemente también estén pensando como van a sobrevivir a la segunda mitad de la temporada.
Es el equipo "junior" de Red Bull, también corre con motores Renault y es donde se pulen joyas como Sebastian Vettel y Daniel Ricciardo antes de llegar al actual equipo campeón del mundo. Así, con menos recursos, Toro Rosso tiene su lugar habitual en la media tabla, de donde hay que salir a base de codazos y para ello cuenta con 2 jóvenes pilotos, el francés Jean Eric Vergne y el ruso Daniel Kvyat, éste último la revelación del año con sus 6 puntos, una promesa a la que muchos ya le auguran un gran futuro; entre ambos tienen a Toro Rosso en el séptimo lugar de la clasificación con 17 puntos, posición que podrián no conservar a fin de año si Lotus encuentra la regularidad que no ha tenido.
Lotus tuvo 2 buenos años de la mano del finlandés Kimi Raikkonen en 2012 y 2013, hasta que los problemas económicos llegaron y por falta de pago el famoso "Iceman" decidió dejar al equipo con 2 victorias en su haber, varios podios y con anécdotas inolvidables, cómo olvidar eso de "leave me alone, i know what i am doing", simplemente genial. Para este 2014 Romain Grosjean se mantuvo en el equipo, pero los problemas económicos continuaron, incluso Lotus no se presentó a la pretemporada en Jerez de la Frontera, en consecuencia su arranque de año fue muy lento, tanto que apenas suman 8 puntos y eso les da justamente para el octavo lugar de la tabla y bueno, el reemplazo de Raikkonen fue el venezolano Pastor Maldonado, así que no hay mucho más que decir.
De las escuderías que han logrado puntos este año el último lugar es para Marussia, que corre con motores Ferrari y con el piloto de su academia, el francés Jules Bianchi, quien meritoriamente obtuvo ese par de unidades ni más ni menos que en el Gran Premio de Mónaco. Lamentablemente la prioridad de este tipo de equipos es sobrevivir, y difícilmente se puede esperar algo más de ellos, más allá de que de vez en cuando pilotos como Bianchi logran proyectarse hacia las escuadras importantes en base a buenas actuaciones (el primer año de Alonso fue en un modesto Minardi).
La parte más oscura de la clasificación la ocupan, lamentablemente para nosotros, Sauber (equipo del mexicano Esteban Gutiérrez) y Caterham, ambas escuderías incapaces de sumar un sólo punto hasta ahora. Es particularmente triste la situación de Sauber, un equipo que normalmente está a la mitad de la clasificación, no al fondo de la misma.
Y es también una lástima que Sauber haya tenido un declive tan marcado en su rendimiento justo cuando Esteban Gutiérrez llegó a ocupar el lugar que dejó Sergio Pérez, quien por el contrario tuvo dos buenos años con el equipo suizo, lo que le permitió llegar primero a McLaren y posteriormente a Force India. De momento no se ve la luz al final del túnel para este equipo que ya se sabe, arrastra las deficiencias del motor Ferrari, pero que también comete errores imperdonables en su actuar, por ejemplo al tomar decisiones en las sesiones de clasificación. Por otra parte, el piloto más experimentado del equipo, el uruguayo alemán Adrian Sutil, poco ha podido aportar.
Caterham ha tenido un año muy complicado en lo financiero, tanto que el equipo cambió de dueños recientemente, porque esto es como dijo el jefe máximo de la categoría reina, Bernie Ecclestone, "el que no pueda tener un equipo de Fórmula Uno, que no lo tenga". Quién fuera Ecclestone para poder pagar 100 millones de euros y así detener un juicio en su contra ¡por soborno!
Afortunadamente sólo falta una semana para que la Fórmula Uno vuelva a la actividad, nada menos y nada más que en el mítico circuito de Spa Francorchamps, en Bélgica, el mejor circuito de la máxima categoría, que casi siempre nos regala carreras memorables.
En Motorpasión México | Opinión: la F1 vacaciona, nosotros no (parte 1)