13 autos europeos que serían un éxito en México y 7 que nos encantan, pero fracasarían
Muchísimos factores influyen en la oferta de autos de cada país. Desde el tipo de cambio, el lugar de fabricación de esos modelos y la cultura del país, hasta la calidad de sus caminos y combustibles. No todos los autos son para todos.
Hay marcas europeas que no se venden en México y otras que sí, pero no ofrecen productos procedentes del Viejo Continente. Al cliente lo que pida y necesite: muchos son los que quieren X o Y modelo, pero nadie termina comprándoselo. ¿Qué autos disponibles en Europa podrían triunfar en México bajo la estrategia correcta?
Citroën C-Elysée
Sabemos que los coches franceses no gozan de la mejor reputación en México, pero el Citroën C-Elysée podría ser un gran embajador. Comparte prácticamente todo con el Peugeot 301, que ha demostrado ser un coche de batalla. Si la marca estuviera disponible en México, el C-Elysée pintaría muy interesante con la misma oferta mecánica del 301: motores de gasolina y diesel de 1.6 litros, de 115 y 92 hp respectivamente.
Citroën C4 Cactus
Podría parecer que no, pero si el KIA Soul ha triunfado en México, el Citroën C4 Cactus tendría razones para hacerlo. Con su diseño que no se parece a nada ya tiene la mitad del trabajo hecho. El precio, al menos en España, se mueve en un rango muy similar al de Soul y su equipamiento califica como completo.
Su único problema sería la oferta mecánica. Sólo está disponible con un motor de gasolina de 82 hp y uno diésel de 100 hp, ambos con transmisión manual. En México, la opción sería el mismo bloque de 1.6 litros de 115 hp del Peugeot 208, pero se quedaría corto en potencia frente a sus rivales.
Fiat Punto
En su momento lo intentó en México y no le fue tan mal, años después regresó y se vendieron apenas unos cuantos. El Fiat Punto lleva más de una década en el mercado internacional. En principio era un subcompacto de gama alta, pero hoy, transcurrido el tiempo y amortizados los costos, el Punto es, más bien, un hatchback económico.
Si se situara por encima del Fiat Palio, en un rango cercano a 240,000 pesos, aún con motores atmosféricos daría batalla a los hatchback de moda: KIA Rio, Suzuki Swift, Mazda2 y SEAT Ibiza. El Punto también se fabrica en Brasil, pero utiliza una plataforma distinta al europeo.
KIA Picanto
A todos nos sonaría lógico que KIA tuviera intenciones de vender el Picanto en México, pero se enfrenta a un problema: no es un Grand i10. Su manufactura es más costosa que la de su primo Hyundai fabricado en la India, por lo que en Latinoamérica debe recortar de manera importante su equipamiento, incluida la seguridad.
Si llegara a México, sería difícil que conservara el argumento de la marca: 6 airbags, ABS y control de estabilidad en toda la gama. De hacerlo, se situaría al nivel del Suzuki Ignis y del Chevrolet Spark, pero entonces ya estaría pisando la gama del Rio Hatchback.
Si KIA logra equilibrar correctamente la balanza, el Picanto sería todo un éxito en nuestro país: atractivo, seguro, eficiente y práctico para entornos urbanos.
Opel Corsa
Es un viejo conocido de México. Sus primeros pasos los dio como Chevy y años más tarde su nueva generación ya llegó bajo el nombre Corsa, aunque mayormente fabricado en Argentina y Brasil. El modelo disponible actualmente en Europa sería un gran competidor frente a las propuestas turbo del segmento: Suzuki Swift, SEAT Ibiza y Volkswagen Polo.
El único país de América donde se vende Opel es Chile. Ahí, el Corsa más equipado de la gama con motor turbo de 1.4 litros de 100 hp es apenas un 10% más costoso que el Suzuki Swift Boosterjet a la venta en ese mismo país, lo que nos daría razones para pensar que en México podría colocarse cómodamente entre 240,000 y 300,000 pesos, incluyendo control de estabilidad y bolsas de aire en todas sus versiones.
Opel Astra Sedán
El Chevrolet Cruze intentó llenar el hueco que dejó el Astra al marcharse de México, pero no logró la misma conexión emocional. En sus años de gloria representaba una alternativa familiar de conducción divertida y diseño atractivo. El modelo actual, disponible en Europa, ya tiene bastantes años en el mercado y aún no cambia de generación como ya lo hizo el hatchback, pero se mantiene atractivo.
Si estuviera a la venta en México, el mismo motor turbo de 1.4 litros de 140 hp del Chevrolet Cruze sería un gran argumento a lado de una conducción europea, un buen volumen de carga y la opción de llevar bastante equipamiento. Sería costoso, es verdad, pero hoy es fácil que un sedán compacto supere los 400,000 pesos. Basta mirar la oferta del Honda Civic.
Peugeot 108
México necesita hatchbacks más atractivos para el segmento A. Nuestra cultura dicta que los coches pequeños son austeros, pero ya el Suzuki Ignis está aquí para cambiar las cosas. Una alternativa interesante, de diseño atractivo y opciones de equipamiento que pueden incluir hasta un techo panorámico, sería el Peugeot 108.
El motor atmosférico de 1.2 litros de 82 hp suena como una opción congruente con el segmento en México, pero es posible que no sea del todo compatible con la calidad de nuestros combustibles. En todo caso, el diésel de 1.6 litros de 92 hp del 301 sería una solución perfecta: un auto eficiente, durable y demasiado divertido de conducir, para opacar a Volkswagen Up!, Chevrolet Spark y al propio Suzuki Ignis.
Renault Clio
Si México acepta un SEAT Ibiza con motor atmosférico y dos bolsas de aire, no vemos razón por la cual el nuevo Renault Clio no pueda triunfar en nuestro país. El diseño es muy atractivo, el equipamiento puede cumplir con los requisitos mínimos del segmento y la exclusión de motores de última generación ayudaría a reducir costos para mantenerlo en el rango de precios del segmento. Por supuesto que nos encantaría un Clio con motor turbo de 130 caballos, pero podemos vivir con algún bloque atmosférico de 1.6 litros compartido con la gama Renault actual, siempre que conserve la plataforma y el equipamiento de seguridad —o parte de él.
Hace algunos años, cuando salió el EuroClio, las ventas no fueron tan bien como se esperaba, pero el mercado era distinto: pensar en un subcompacto costoso sonaba absurdo. Hoy están los Sandero, Gol o March para un tipo de cliente, y Rio, Mazda2, Swift e Ibiza para otros. El Clio encajaría de maravilla con los segundos.
Renault Mégane Sedán
El Renault Fluence se fue de México en silencio, sin decir adiós. El hueco podría llenarlo perfectamente la nueva generación del Renault Mégane Sedán, que con una longitud cercana a la de un Jetta promete un buen volumen de carga, buenos acabados y una conducción equilibrada entre confort y agilidad.
Es fabricado en Turquía y hay dos motores con potencial para México. Un nada entusiasta motor atmosférico de 1.6 litros de 115 hp con caja manual o CVT y un interesante motor turbo de 130 caballos con transmisión de doble embrague de siete velocidades. Sólo queda esperar que los consumidores le dieran una segunda oportunidad y que la marca resolviera los problemas de fiabilidad que adolecía este modelo hace años.
Renault Captur
Sí, sabemos que está a la venta en México, pero no cuenta. El Captur que encuentras hoy en los concesionarios no es más que un Renault Duster disfrazado de europeo: la conducción es sosa, los acabados lucen económicos y en muchos aspectos deja qué desear... cosa que no sucede así con el modelo a la venta en Europa, donde incluso se ha colocado entre los más populares de su categoría.
Bajo la plataforma del Clio IV, el Captur europeo es ligeramente más corto, bastantes centímetros más bajo y ofrece una gama de motores muy eficientes. Incluso con la configuración actual de motor de 2.0 litros de 140 hp con una anticuada transmisión automática de cuatro velocidades, el Captur europeo sería una opción recomendable —aunque de alto consumo de combustible— por su buen manejo y ayudaría, sin duda, a convencer a más clientes de acercarse a la marca.
SEAT Mii
El Volkswagen Up! lo intentó, pero se dio por vencido muy rápido. La gama incluía versiones a un precio interesante, pero hoy se limita a ofrecer un solo modelo con todo el equipamiento disponible, pero por encima de 200,000 pesos.
Siguiendo esa lógica, el SEAT Mii tendría oportunidad de triunfar en México, sobre todo considerando que el cliente de la firma española es mucho más joven que el de Volkswagen y se interesa, muchas veces, en modelos pequeños porque se trata de su primer auto.
El impedimento, más que las opciones mecánicas, es el lugar de fabricación. A Volkswagen le es mucho más sencillo importar el Up! desde Brasil, que a SEAT traerse el Mii desde las instalaciones del grupo en Eslovaquia.
Toyota Aygo
Nuestro mercado prefiere los modelos pequeños porque son los que puede permitirse. Para reforzar su gama de subcompactos, el Aygo tendría éxito en México comenzando por el hecho de que los consumidores de este tipo de vehículos suelen tomar muy en cuenta la confiabilidad... y si algo le sobra a Toyota es justamente eso.
No es precisamente barato, pero con la configuración correcta podría convertirse en una alternativa interesante al Hyundai Grand i10, aunque es significativamente más pequeño. Como opción de movilidad urbana, en ciudades tan apretadas como la capital de nuestro país, el Aygo tiene potencial.
Volkswagen T-Roc
Todos creíamos que el T-Roc llegaría a México, pero apenas unas semanas después de su lanzamiento llegó la noticia de que la firma alemana se encuentra desarrollando un modelo especial para Latinoamérica, del que aún no se sabe mucho, pero seguramente tendrá mucho que ver con el Volkswagen Polo made in Brazil.
El único impedimento del T-Roc en México sería el precio. Si se colocara al nivel del Nissan Kicks o incluso del Mazda CX-3, el SUV más pequeño de Volkswagen triunfaría porque el mexicano sigue teniendo a la marca muy presente a la hora de comprar. Y como producto, el T-Roc ofrece un diseño distinto, cumple con el capricho de una camioneta y puede llevar motores muy eficientes. ¿Qué tal sonaría un T-Roc con motor 1.2 TSI —o el nuevo 1.0 TSI— por 350,000 pesos?
Autos que nos gustan, pero no tienen oportunidad en México
Fiat 124 Spider
Vamos ahora con los autos que nos fascinan, pero que difícilmente veremos por nuestras calles. El primero de ellos es el Fiat 124 Spider, el primo italiano del Mazda MX-5 impulsado por motores turbo. En México sólo sería adquirido por unos cuantos entusiastas —se dice, de hecho, que se importaron algunas unidades como capricho para algunos clientes— y su precio quedaría opacado por la propuesta de Mazda.
Opel Adam
Si al Fiat 500 le tomó tiempo ganarse su cuota de mercado, el Opel Adam quedaría muy apretado en la competencia de coches urbanos fashion. Y es una pena, porque el diseño es atractivo, el equipamiento puede llegar a ser muy completo y existen versiones de altas prestaciones que han dejado muy buen sabor de boca a la prensa europea.
Opel Astra
Hablamos de la nueva generación con carrocería hatchback. Tiene un gran impedimento: México casi no compra compactos de cinco puertas y para eso ya están los SEAT León y Volkswagen Golf. Si Opel estuviera en México —o aún en manos de General Motors—, el esfuerzo de traerse un Astra desde el Viejo Continente no compensaría con la cantidad de ventas.
Renault Scenic
El Scenic lo intentó dos veces en México y en ningún momento lo logró. Este tipo de carrocerías de monovolumen no suelen ser muy valoradas en nuestro país, pero el Scenic en Europa ha evolucionado mucho y nos ofrece —según nos cuentan los medios españoles— una conducción muy agradable, múltiples opciones de equipamiento y gran versatilidad.
Seat León X-Perience
Seguimos sorprendidos de que SEAT se aventurara a traerse a México al León ST, cuando nuestro mercado aborrece las vagonetas. Lo aplaudimos en su momento, pero nos quedamos con las ganas de la versión X-Perience, que es lo mismo que ya conocemos, pero con un disfraz de scout, tracción integral y motores de hasta 180 caballos.
Volkswagen e-Up
Hacen falta más coches eléctricos en México. Con un espíritu totalmente urbano y una autonomía de 160 kilómetros, el e-Up sería una opción a considerar para quienes buscan movilidad ecológica inteligente. Se convertiría, además, en el coche eléctrico más accesible del mercado, pero aún así sería costoso y el pronóstico es que se vendería tanto como el Spark EV. Exacto, ninguno.
Volkswagen Golf Sportsvan
Con todas las virtudes del Golf, pero un habitáculo más espacioso y algo más de altura al piso, la versión Sportsvan nos gusta por su practicidad, eficiencia y equipamiento, pero este formato de carrocería, como sucede con Scenic, es poco apreciado. El costo de traerlo no se recuperaría del número de unidades vendidas.