El coupé insignia de Aston Martin, el DBS, se combina con dos etiquetas más que lo hacen aún más exclusivo ya que combina lo mejor de un GT, con motor V12, piezas de fibra de carbono que le permiten mantener un peso muy similar al coupé, con lo que se denomina Superleggera, y una capota de ocho capas de material aislante para mantener el característico confort de manejo de este auto, de ahí el apellido Volante. Fue desarrollado en Gaydon y el líder de proyecto es Mark Reichman, que también funge como Vicepresidente Ejecutivo y Director creativo de la marca británica.
Equipa un motor 5.2 l V12 biturbo que produce 715 hp, 664 lb-pie de par máximo desde las 1,800 rpm, que acelera de 0 a 100 km/h en 3.6 segundos, de 0 a 160 km/h en 6.7 segundos, y alcanza una velocidad máxima de 340 km/h. El sonido que se cuela a la cabina está controlado tanto por el techo removible, como por el modo de manejo elegido, que va desde un suave pero constante bramido, hasta un grito de poder en los más extremos.
Puede llegar a producir hasta 177 kg de downforce, que son sólo 3 menos que el coupé. La carrocería está adornada por detalles más estilizados para crear una identidad propia, así como los apéndices aerodinámicos que permiten una circulación fluida del aire y crear un efecto aerodinámico que incluye enfriamento del motor y mayor adherencia gracias al difusor trasero. Se utiliza una transmisión ZF de ocho velocidades montada sobre el eje trasero para equilibrar la distribución de peso. La operación eléctrica del techo tarda 14 segundos para abrir y 16 para cerrar.
