La idea de un auto que no levanta ningún tipo de sospechas pero puede dejar atrás a muchos deportivos es una que llama la atención de mucha gente. Hay a quienes les gusta presumir y dejar claro que su auto es rápido incluso sin necesidad de moverse, mientras que habemos otros que preferimos pasar desapercibidos hasta que la luz cambia a verde.
Hay pocos momentos tan satisfactorios como ver la cara de alguien cuando lo dejas atrás con un auto que, según él, no tendría por qué ser más rápido que el suyo. Aunque esto es hasta cierto punto fácil de lograr modificando tu auto, hay algunos que salen de la fábrica con motores que no imaginabas, y estos son sólo algunos ejemplos.
Omitimos pick-ups y SUV en esta ocasión porque tendrán su propia lista
Audi S4
Por algún extraño motivo, la marca alemana tiene dos niveles de versiones deportivas para sus autos: S y RS. Las versiones S mejoran mecánicamente pero los cambios estéticos no son tantos, mientras que los RS añaden todavía más modificaciones y buscan dejar claro que son mucho más rápidos con sólo mirarlos. El S4 de 2003 resalta ya que fue el primer vehículo de su clase en incorporar un motor V8. Sí, Audi decidió usar un motor V8 en su versión del Jetta. El motor era un 4.2 litros con 340 caballos de fuerza que se utilizó en el auto hasta 2009. Este motor también se utilizó en el Spyker C8 y, después de varias modificaciones y actualizaciones, sería el que veríamos en el primer R8.
Lancia Thema 8.32
Los 80 son una época algo extraña para los fabricantes italianos, y Lancia no es la excepción. El Thema era un sedán deportivo de lujo (algo así como un M5 de hoy en día) que contaba con un motor proveniente de Ferrari. El motor era el V8 de 2.9 litros del Mondial Quattrovalvole y el 308, aunque con algunas modificaciones como cilindros más pequeños para hacerlo un poco más dócil y adecuado para un sedán de lujo de tracción delantera. En el Thema 8.32 tenía 212 caballos de fuerza y el auto se produjo de 1986 a 1994.
Buick Roadmaster Wagon
Si lo que buscas es pasar completamente desapercibido, el Buick Roadmaster Wagon 1994-1996 es justo lo que estás buscando. Esta gigantesca vagoneta de Buick, con todo y sus acabados de vinil simulando madera, tenía el motor del Corvette. Así es, utilizaba el mismo V8 de 5.7 litros con 260 caballos de fuerza que el Corvette C4, aunque con una suspensión digna de un Buick, media tonelada más de peso y una transmisión bastante lenta. Igual sorprenderá a más de uno en línea recta.
Pontiac Firebird Pegasus
Este auto es un caso sumamente especial. El Pegasus fue un auto que tenía como propósito demostrar de lo que eran capaces los vehículos de la marca americana. Fue diseñado en 1970 y captó la atención de Bill Mitchell, el jefe de diseño de la marca en ese momento. Después de algunas modificaciones se decidió equiparlo con un motor V12 de 4.4 litros con 347 caballos de fuerza. ¿De dónde sacaron ese motor? De Ferrari. El Pegasus tenía el mismo motor que el Ferrari 365 GTB/4 Daytona, y es más, el mismo Enzo Ferrari le dio el motor a General Motors. Evidentemente este auto es único, y con ese motor pudo demostrar realmente de qué era capaz el Firebird.
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