Bentley fue fundada un buen 18 de enero de 1919. Para celebrar sus primeros 100 años de vida, la firma de superlujo nos presenta el Continental GT Number 9 Edition by Mulliner, una edición especial inspirada en la ilustre trayectoria de Bentley en el deporte motor, en combinación con el concepto de lujo que ha acompañado a la marca desde su nacimiento.
El gráfico con el número 9 en su parrilla rinde homenaje a Sir Henry Ralph Stanley 'Tim' Birkin, uno de los "Bentley Boys" de la década de los 20 y 30. Fue uno de los clientes más distinguidos de la época y también corredor de carreras. Su auto, el No.9, compitió en las 24 Horas de Le Mans en 1930 y destacó por haber implementado un supercargador, que llevó su vehículo de 110 hp a 175 hp.
El Continental GT Number 9 Edition by Mulliner también se distingue por la icónica pintura verde Viridian, aunque también está disponible el color negro Beluga. Monta rines de 21 pulgadas —pintados en el mismo color de la carrocería— con diseño de 10 brazos e incorpora algunos detalles del paquete Black Line con un bodykit carbón.
Lo que hace especial a esta edición radica en la cabina. Más allá del peculiar tono de la tapicería o de los logos B embelleciendo cabeceras y paneles de puertas, el Number 9 Edition by Mulliner utiliza Engine Spin —también conocido como aluminio torneado— para el acabado de la consola central. Durante la década de los 20 y los 30, estos terminados eran utilizados en los autos de carreras y la aviación por su baja reflexión de luz.
Como en todo Bentley, el buen gusto se refleja en la inclusión de un reloj análogo, firmado por British Jaeger en este caso, y desarrollado en conjunto con Mulliner. Su diseño está inspirado en los instrumentos del No.9 y fue creado bajo los mismos métodos de producción tradicionales de los autos de carreras de la era vintage.
Finalmente, y como joya de la corona —en un sentido literal—, las 100 unidades que se fabricarán del Continental GT Number 9 Edition by Mulliner cuentan con un inserto de madera del asiento original del No.9 con el que Birkin corrió en Le Mans en 1930, añadiendo un trozo de historia a cada auto.