Frank B. Rhodes, Jr., el bisnieto de Walter P. Chrysler, quien fundó Chrysler Corporation en 1925, puso sobre la mesa una propuesta muy ambiciosa, llamando a inversionistas y trabajadores a salvar colectivamente la marca junto con Dodge, Ram y Jeep, pues considera que muchos estadounidenses no están de acuerdo con la forma en que Stellantis ha tratado a Chrysler en los últimos años, reduciendo su portafolio de productos a un solo modelo: la minivan Pacifica.
A través de un video y una carta, Rhodes destacó la importancia de Chrysler en la historia automotriz de Estados Unidos y compartió sus puntos de vista sobre el estado actual de la marca. El heredero de Chrysler se postuló como líder de un cambio "muy necesario", pidiendo el apoyo de inversionistas y trabajadores para tomar el control de la marca antes de su centenario, lo que sucederá el próximo año.
En una carta abierta a la gente, compartida por Mopar Insiders, Rhodes escribió: "La marca Chrysler, que alguna vez fue un símbolo de innovación e ingenio estadounidense, ahora corre el riesgo de desvanecerse en la oscuridad debido a lo que creo que son malas decisiones y mala gestión por parte de sus actuales propietarios, Stellantis".
Rhodes acusó a Stellantis de estar "fuera de contacto" con el mercado estadounidense, lo que provocó que las ventas de Chrysler disminuyeran y retrasara los lanzamientos de nuevos productos y considera que la firma está arriesgando el sustento de los concesionarios y trabajadores de Chrysler, mientras gasta millones por el salario de su CEO.
De acuerdo con la carta de Rhodes, la actual dirección de Stellantis "no puede dar a Chrysler la atención necesaria" debido a la supervisión de más de 15 marcas diferentes. Admitió tener esperanzas cuando Christine Feuell fue nombrada nueva CEO de Chrysler hace cuatro años, pero notó que los productos de Chrysler seguían "siendo empujados más abajo en la lista de prioridades" a favor de "marcas de venta lenta como Fiat, Alfa Romeo y Maserati".
A pesar de las deficiencias, Rhodes confía en que "los inversionistas verán el potencial de resucitar esta marca histórica". Su objetivo es convencer a Stellantis de que venda todas sus marcas estadounidenses a "una empresa que realmente se preocupe por su futuro", creando una Corporación Chrysler de "propiedad estadounidense".
La nueva entidad tendría a Chrysler, Dodge, Jeep y Ram bajo su paraguas y se centraría "no solo en las ganancias, sino también en las personas que construyen estos autos", y los trabajadores se convertirían en copropietarios.
Además, Rhodes envió otra carta de 17 páginas al CEO de Stellantis, Carlos Tavares, y a la CEO de Chrysler, Christine Feuell, donde, destacó las innovaciones más importantes en la historia de Chrysler, expresando su "profunda decepción" por el estado actual de la marca. La carta concluye con una invitación a una "discusión confidencial", para que pueda esbozar su plan a los altos ejecutivos de Stellantis.
Vale la pena señalar que Tavares no ha expresado ningún interés en separarse de sus marcas estadounidenses, e incluso si lo hiciera, una posible compra probablemente requeriría fondos astronómicos. En cualquier caso, será interesante ver si la propuesta de Rhodes genera alguna intención antes de las celebraciones del 100 aniversario de Chrysler, el próximo año.
