Las normativas de emisiones cada vez más exigentes y el incontenible avance de la movilidad eléctrica están cada vez más cerca de darle una estocada final a los motores de combustión interna, aunque no todo está perdido. Ha aparecido una luz al final del túnel, cortesía de Bugatti, quien afirmó que su motor W16 perdurará por una década más.
En efecto, la firma de Molsheim se ha convertido en un valioso aliado de los petrolheads que se ven cada vez más amenazados en su defensa legitima del amor por los motores de combustión interna.
La historia de este motor es larga. Se remonta a los primeros conceptos de Bugatti tras ser adquirida por el Grupo VAG, con su primer proyecto el EB118, que estaba propulsado por un motor W18 de 6.3 litros aspirado naturalmente, mismo que se hizo extensivo a los siguientes conceptos, el EB 218, el EB 18/3 Chiron y el EB 18/4, aunque la firma finalmente optó por una configuración distinta.
En el año 2000 Bugatti presentó el primer concepto del nuevo Bugatti Veyron, un vehículo que estaba siendo diseñado para convertirse en el auto de producción más rápido del mundo y para lograrlo lo equiparon con un motor W16 de 8.0 litros, que inicialmente era naturalmente aspirado, aunque al poco tiempo recibió cuatro turbos para aumentar su potencia.
Desde entonces el motor W16 de 8.0 litros ha acompañado a la marca en todos sus logros; estuvo ahí cuando el Veyron se quedó con el récord del auto más rápido del mundo en un par de ocasiones, y también estuvo presente en el lanzamiento de su sucesor, el Chiron. Después estuvo presente en el auto más caro que se ha construido en la historia, La Voiture Noire y también es el mismo motor que impulsa al actual rey de la velocidad, el Bugatti Chiron Super Sport 300+.
Por estas y muchas razones más, el fabricante francés no quiere deshacerse del que ha sido su fiel amigo a través de estos 20 años de historia y Stefan Winkelmann, presidente de Bugatti, ha expresado ya sus deseos de mantener al motor en circulación al menos durante esta década, argumentando que “es una propuesta única que no pierde valor” resaltando que incluso los altos mandos del grupo VAG “saben el valor que tiene un W16”.
Todas estas declaraciones nos hacen pensar sin duda qué, el sucesor del Bugatti Chiron, que tardará al menos uno o dos años más en llegar, estará equipado con el mismo motor W16 de sus antecesores, aunque quizá el segundo modelo de la marca, que ya se ha anunciado con antelación y que estará más enfocado al lujo que al alto rendimiento, probablemente incorpore un tren motriz híbrido.
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