¿Quién de nosotros no ha sufrido un poco cuándo tenemos que pagar la reparación de nuestro auto? Hay ocasiones en las que no creemos que una pieza pequeña o relativamente común sea muy cara, y pareciera que entre más caro el auto, más caras sus refacciones; y justo eso es lo que Bugatti acaba de demostrar con las piezas del Veyron.
El Veyron ya tiene más de 10 años que vio la luz y que se convirtió en su momento en el auto de producción más rápido del mundo, sin embargo, a pesar de que se haga viejo, su precio dista de bajar, incluso el de sus refacciones. Gracias a la EPA se ha logrado conocer el exorbitante precio que tiene cambiar ciertas piezas del auto y el costo de la mano de obra por instalarlas.
Empecemos con el tanque de combustible, si tuvieras un Veyron y necesitaras tal pieza, la marca te cobraría 17,904 euros, sin embargo, si deseas que un mecánico certificado de Bugatti viaje a instalar la pieza a dónde te encuentres, tendrás que sumar otros 20,000 euros, dando un total de 37,904 euros, aproximadamente 868,824 pesos, equivalente casi al precio de un Mercedes-Benz Clase A 250 Sport Edition 1 o un Clase C 200.
Otro ejemplo es el precio de cada turbo, que se eleva hasta los 5,640 euros, es decir 129,278 pesos mexicanos y cabe destacar que el Veyron usa cuatro turbos. Sin embargo lo que puede calificar aún más cómo ridículo es el precio de la mano de obra para cambiar los sensores de presión del turbo, componentes que el Veyron comparte con el Golf GTI y Audi A3, cada sensor cuesta apenas 16.50 euros, pero la mano de obra para colocarlos tiene un precio de 1,600 euros o poco más de 36,000 pesos.
Bien dice la frase: "Si tienes para el Whisky, tienes para los hielos".
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