Buick GNX, recordando al muscle car con mano de McLaren y mentiras en su ficha técnica
La historia automotriz tiene algunos coches y anécdotas que todo amante de este mundo sobre ruedas ama escuchar, algunas para bien o otras para mal, pero la historia del Buick GNX es una de esas que demuestran que de donde menos lo esperas, puede venir una sorpresa que deje huella en la historia. Pues se trató de un auto que con un V6 turbo, era capaz de dejar atrás a los Corvette y Camaro de GM, e incluso, podía llegar a medirse en ciertos aspectos con un Lamborghini Countach.
De donde menos lo esperabas, la marca enfocada para adultos
Como bien sabemos varios grupos automotrices tienen marcas que están dirigidas a distintos tipos de cliente, y a pesar de que para crear sus respectivos autos compartan técnicamente todos los componentes, la interpretación de cada uno les da un sabor y resultado final distinto.
En este caso Buick es una marca de General Motors que estaba canalizada a clientes adultos y adultos mayores que para los 80 buscaban lujos a la antigua con autos grandes, interiores "lujosos" y grandes dosis de cromo. Mientras tanto Chevrolet ofrecía los coches pasionales que podrían enamorar a un cliente más joven, es decir, ellos tenían al Corvette y Camaro.
La historia del Buick GNX comienza con NASCAR, pues hasta antes de 1971 la categoría mayor de esta variante de competencias llevaba el nombre de NASCAR Grand National, y justo en 1971, cambió su nombre a NASCAR Winston Cup. Años más tarde el piloto Darrel Waltrip tuvo un par de años de grandes éxitos, para ser precisos, fueron 1981 y 1982 cuando ganó los campeonatos de la máxima categoría de NASCAR a bordo de un Buick Regal preparado por la misma marca.
Con el éxito obtenido y la visión de Lloyd Reuss, un directivo de Buick que buscaba cambiar la imagen de autos para un público adulto a algo más pasional y moderno, se emprendió el camino para entregar un coche emocionante. Se tomó como base al Buick Regal, le dieron mejoras para aumentar su poder y lo bautizaron como Grand National, pues tal nombre después de varios años ya era de dominio público y no de NASCAR.
Sus primos le tenían miedo
Los primeros Grand National llegaron con una carrocería con un poco menos de cromo, de hecho el Grand National era un paquete y no una versión del todo, pues algunos de ellos no llevaban el motor que tanto dio de que hablar en su momento.Los Grand National que sí tenían tal V6 turbo ya comenzaban a quedarse a milésimas de los tiempos de aceleración y cuarto de milla del Corvette, incluso ya venciendo a los Camaro.
Los GN tenían un nuevo motor V6 turbo de 3.8 litros capaz de entregar en un inicio unos 200 hp y cerca de 300 lb-pie, nada mal para el momento, aunque eso no era del todo agradable para los clientes promedio de la marca, pues ellos estaban acostumbrados a los V8. Cabe destacar que la opción del motor V6 turbo de 3.8 litros se volvió de serie a partir de 1984 en los GN además en ese mismo año cualquier otro color de carrocería desapareció para sólo ofrecerse en negro con apenas un par de detalles en cromo.
Poco a poco la fama del GN hizo que Buick buscara ir por más, por ello mejoraron el motor para que más adelante en 1986 produjera 235 hp y 330 lb-pie de par, en 1987 llegó una mejora más que los llevó a los 245 hp y 355 lb-pie de par. Incluso, se dice que las cifras que estaban declaradas del auto en 1986 fueron alteradas para que no fueran mucho más altas que las declaradas por Chevrolet para el Corvette. Esto se supo ya que en 1986, Car and Driver probó uno de estos autos y ahí su equipo técnico descubrió que el Buick Grand National ya podría estar produciendo cerca de 290 hp, aunque también surgió la duda sobre si el modelo que probaban había sido modificado por Buick para causar mayor sorpresa, aún si lo fuera, los autos entregados a los clientes ponían en apuros a Corvette y Camaro.
Al ver todo esto, desde GM se dió la orden para que en 1988 el Regal pasara a usar una nueva plataforma que lo transformaría en un auto de tracción delantera y de nuevo a enfocarse sólo en los lujos y los clientes que ya acostumbraban. Por ello en 1987 Buick tomó 547 Grand National de los 20,740 fabricados para ese año y se los envió a una filial oficial de McLaren en Estados Unidos para que el GN se fuera con broche de oro. Justo ahí nació el Buick GNX.
El aterrador y capaz Buick GNX (Grand National Experimental)
Visualmente el GNX estrenaba llantas y rines un poco más grandes, de 16" par ser exactos, además eliminaba el cromo de la parrilla para darle tal detalle también en color negro.
El Buick GNX montaba el mismo motor V6 turbo, sin embargo, McLaren hizo de las suyas al darle toda la farmacia para que sus capacidades llegaran a un nuevo nivel. Para empezar le un intercooler nuevo, mejoraron la admisión, cabezales, un escape nuevo, modificaron el turbo, colocaron una transmisión automática reforzada, mejoraron el diferencial y le dieron un arreglo a la suspensión para hacerlo más rígido que incluyó un rediseño de la arquitectura de la misma, amortiguadores más duros, barras estabilizadoras más grandes y rígidas entre otros.
Al final del día el las cifras publicadas del GNX eran de 276 hp y 360 lb-pie de par, la misma Car and Driver que pudo manejar el auto, publicó que el GNX hacía el 0 a 100 km/h en sólo 4.7 segundos, mientras que el cuarto de milla le tomaba 13.5 segundos a una velocidad final de 164.1 km/h.
Los 547 GNX se vendieron como pan caliente, incluso Buick tuvo que seleccionar a los concesionarios que más ventas registraban para premiarlos con el derecho de vender un GNX. El precio de lista en su momento era de 29,290 dólares. Los GNX actualmente y pueden llegar a costar sin problema alguno más de 150,000 dólares, es decir más de 2,800,000 pesos mexicanos.
Imágenes | Barret-Jackson