Las carreras clandestinas de la vida real no son como las pintan en Rápido y Furioso. O al menos, esto es cierto para una carrera ilegal donde participaban autos de más de 20 años de antigüedad, coches modernos y hasta un coche fúnebre.
La historia ocurrió en Porriño, un municipio de España, donde una operación policial este mes terminó con la disolución de la carrera callejera. Todo comenzó cuando las autoridades de esta localidad, de unos 20,000 habitantes, comenzaron a notar una afluencia anormal de autos y personas. Esas ocurrían los sábados por la noche en las inmediaciones de un complejo industrial. Después, y con convocatorias en redes sociales, estas reuniones evolucionaron en carreras ilegales y exhibiciones de autos que hacían maniobras peligrosas, detalla 20 Minutos.
Así fue que el 12 de octubre el gobierno cerró los accesos a la zona industrial, y todos los asistentes esa noche fueron inspeccionados. Según el medio local, la policía dispuso de drones, agentes y patrullas para realizar la operación, donde una decena de conductores fueron imputados con diferentes denuncias. Cuatro de ellos aceptaron penas de prisión por conducción temeraria, mientras otros pagaron multas de hasta 500 euros. Además, recibieron amonestaciones en sus licencias de conducir, mientras las autoridades contabilizaron más de 20 infracciones de tránsito.
Durante el operativo, la policía local encontró que uno de los autos participantes de las carreras era un vehículo fúnebre, de los que se usan para transportar a los difuntos en los servicios funerarios. Aunque no se conoce si el conductor está entre los detenidos que terminaron en la cárcel, sí fue un coche que llamó la atención en el informe que presentó la alcaldía.
“Este evento generó un grave riesgo para la seguridad pública”, dijo la policía de Porriño. Ahora hay una carroza fúnebre menos que participa en carreras callejeras, pero nadie asegura que no haya más en otras ciudades del mundo.
