Toda la vida hemos escuchado sobre la importancia de tener las llantas en buen estado, pero admitámoslo: ni las revisamos tanto como es necesario ni sabemos a ciencia cierta qué tanto repercute en el manejo. Son el único componente del auto que toca el asfalto, pero ¿qué tan relevante es su papel en una maniobra de emergencia?
Preparamos un ejercicio para comprobar cuánta diferencia hay entre conducir un auto con llantas en mal estado y uno con llantas nuevas. La hazaña consiste en realizar un frenado de emergencia de 60 km/h a 0 km/h con un set de llantas deterioradas y otro con llantas nuevas, ambas instaladas en el mismo coche y bajo las mismas condiciones climatológicas.
Para volverlo interesante y realista, utilizamos un auto hasta cierto punto sencillo: un Suzuki Swift 2015. Además, para que el ejercicio tenga validez, reemplazamos los neumáticos viejos por unos idénticos, que son los mismos con los que el auto sale de fábrica: unos Bridgestone Turanza 185/55 R16.
La medición la realizamos con un GPS que nos brida información precisa sobre velocidad y distancia. Con las llantas viejas, la distancia de frenado de 59 km/h a 0 km/h fue de 17.37 metros; con las llantas nuevas, de los mismos 59 km/h a 0 km/h, la distancia fue de 15.6 metros, es decir, una diferencia de 1.77 metros, lo que representa una frenada 10.2% más eficiente.
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Distancia de frenado de 59 A 0 km/h |
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Ejercicio con llantas viejas |
17.37 metros |
Ejercicio con llantas nuevas |
15.6 metros |
Quizá 1.77 metros suene a poco, pero en una maniobra de emergencia, cada centímetro cuenta. Esos 1.77 metros son aproximadamente la mitad de lo que mide un auto urbano, como un Suzuki Ignis o un Renault Kwid, y la velocidad del auto con las llantas viejas a 1.77 metros de llegar al alto total todavía era de 21.4 km/h.
Cómo saber si una llanta requiere cambio
A todo esto, ¿cómo saber si una llanta debe ser reemplazada? Lo primero a saber, por obvio que parezca, es que si una llanta tiene cortes o un chipote, debe ser cambiada a la brevedad; de no hacerlo, existe el riesgo de que reviente ante distintos tipos de situaciones: desde el estado del pavimento, hasta la temperatura o el peso que le pongamos al auto.
Si la llanta no tiene ningún daño, lo que debes revisar es la profundidad del dibujo. Una llanta estará en buen estado siempre que al ponerle una moneda de un peso, la profundidad del dibujo alcance a cubrir toda la zona plateada. Si el contorno plateado de la moneda se alcanza a asomar, quiere decir que la llanta ya no tiene el agarre necesario. Lo ideal es cambiarla por una de la misma medida, tal y como lo indica el manual. Mucha de la electrónica y de los sistemas de asistencia están calibrados para funcionar con la medida de llanta que el auto tiene desde fábrica.