El Dodge Journey aún existe y sigue a la venta en México, ¿todavía vale la pena?
El Dodge Journey ha estado entre nosotros desde hace más de una década. Se destapó en el Auto Show de Frankfurt de 2007 y sus ventas comenzaron al año siguiente. En México fue todo un éxito, al grado de colarse en el top 10 de los autos más vendidos de 2009, con números similares a los de Sentra o Chevy Sedán. Hoy, sin grandes cambios, ese mismo Journey sigue a la venta.
Los años no pasan de largo. De aquel Journey que era el SUV más vendido de México en 2009 y que aparecía en el top 10 de ventas, queda muy poco. En 2019 ocupó la 113º posición del ranking de ventas en nuestro país, con sólo 2,360 unidades. ¿Aún vale la pena? Analizamos su gama.
Así es su oferta de equipo y seguridad
El Dodge Journey todavía es de los SUV más grandes que te puedes comprar por menos de $500,000. Su talla de 4.88 metros lo coloca un escalón arriba de cualquier otro modelo de precio similar, como Volkswagen Tiguan o Nissan X-Trail. De hecho, queda más cerca de las dimensiones de un KIA Sorento o un Toyota Highlander.
Desde la versatilidad, el Journey aún puede resultar interesante. Todas sus versiones incluyen tres filas de asientos —para siete pasajeros—, con un espacio que no abunda, pero basta para transportar a la familia. Las puertas traseras abren 90º y en todas las versiones hay aire acondicionado para la banca trasera. Con las tres filas en su sitio, la cajuela queda en 303 litros.
Fuera de su versatilidad, el Dodge Journey empieza a sentirse obsoleto, sobre todo al mirar su configuración para México. Tal y como sucedía hace 10 años, cuando la seguridad no era prioridad, el Journey 2020 sólo ofrece tres bolsas de aire para su versión más accesible —frontales y de rodilla para el conductor—, y ojo, porque cuesta $436,400 ya con precio promocional.
En esa versión base, llamada SE, el equipamiento se reduce a lo esencial en un SUV: climatizador automático, computadora de viaje, llave inteligente, controles de audio al volante, cámara de reversa, rines de aluminio de 17", control electrónico de estabilidad e infotenimiento con una pantalla de tan solo 4.3".
La segunda versión se llama Sport ($481,900) y ya integra el resto de las bolsas de aire —laterales y tipo cortina—, así como infotenimiento con pantalla de 8.4", una cámara de reversa más avanzada, rines de 19", climatizador automático de tres zonas, asiento del conductor con ajuste eléctrico, espejo retrovisor electrocromático y una toma de corriente de 115 V con conector tipo doméstico.
Con la desaparición de la versión GT, el Journey Sport Plus ($512,900) es ahora el más equipado de la gama 2020. Suma reproductor de DVD para la banca trasera, linterna auxiliar recargable, quemacocos y un sistema de sonido Alpine de 6 bocinas.
Motor de 2.4 litros y caja de cuatro velocidades
En la gama 2020 del Dodge Journey desaparece la versión V6. Por lo tanto, ahora todas las variantes incluyen el mismo motor de cuatro cilindros de 2.4 litros, capaz de generar 173 hp y 166 lb-pie, apenas suficiente para mover a un vehículo que en vacío pesa alrededor de 1,800 kg.
Dodge no es la única marca que mantiene vivos motores de cuatro cilindros grandes con potencias similares. En un rango de precios similar tenemos al KIA Sportage con motor de 2.4 litros o al Toyota RAV4 con su 2.5 litros, pero Dodge no ha actualizado su propulsor desde que lo estrenó en 2007.
Al final, con tecnología de hace más de una década y una transmisión automática de cuatro velocidades —que ya sólo se encuentra en autos urbanos de bajo costo— el Journey no es ni ágil ni eficiente. La EPA reporta un rendimiento de combustible de 8 km/l en ciudad y 10.6 km/l en carretera.
¿Vale la pena el Dodge Journey 2020?
El Journey es uno de los modelos más veteranos que aún se encuentran a la venta en México. Si te interesa un SUV de tres filas de asientos, es una de las opciones más accesibles, aunque debes tener en cuenta que su versión más barata escatima en seguridad, y aunque el equipamiento de sus demás versiones es completo, el precio no compensa.
El Dodge Journey vivió sus años de gloria. En aquel momento representaba una oferta valiosa en términos de versatilidad y equipamiento en relación con el precio. Hoy sus rivales le pasan por encima en manejo, tecnología, motor, eficiencia y equipamiento. Por ese precio, nosotros echaríamos un vistazo a KIA Sorento, Volkswagen Tiguan o SEAT Tarraco... hasta que Dodge se aventure con una segunda generación para Journey.