Cada día es más común ver que las marcas subasten la primera y última unidad de algún modelo significativo, y esta vez Dodge está aprovechando la desaparición de dos de sus modelos más icónicos para ofrecer un paquete único en una subasta de la cual se donarán todas las ganancias a beneficencia. Tanto el Viper como el Demon se han convertido en dos pilares para la marca de autos deportivos americana, y lamentablemente ambos se han dejado de producir.
El Viper ha sido la carta más fuerte de Dodge durante décadas. A pesar de los tiempos difíciles, siempre había logrado sobrevivir como un auto deportivo de nicho, incluso con un pequeño “descanso” de un par de años en los que no estuvo en producción. Pero esta vez su fin ha llegado y en agosto del año pasado salió de la línea de producción el último ejemplar. Tanto así que incluso la fábrica cerró sus puertas, por lo que se ve muy difícil que veamos un sustituto del auto en el futuro cercano. El último Viper producido es color Rojo Viper con acentos en fibra de carbono e interiores negros con alcántara. Tiene el motor V10 de 8.4 litros con 645 caballos de fuerza y está acoplado a una caja manual de 6 velocidades.
Por su parte, el Demon es el modelo más nuevo de la marca, pero fue una edición especial del Challenger, y ya no hay más. Desde que se anunció su desarrollo se dijo que sólo se producirían 3,300 unidades durante un año, y Dodge ha mantenido su palabra. Esta versión del Challenger es en realidad un auto de ¼ de milla legal para la calle. La última unidad producida también está pintada en color Rojo Viper y viene configurada con un solo asiento. Lógicamente incluirá el famoso Demon Crate con las herramientas y extras necesarios para el ¼ de milla (incluyendo las llantas frontales más delgadas), al mismo tiempo que añade una “funda” especial para el auto.
Ambos modelos se subastarán en un solo lote y el evento se llevará a cabo en Connecticut el mes de junio de la mano de Barret-Jackson. Absolutamente todas las ganancias serán donadas a la beneficencia y se espera que el precio final sea bastante alto, sobre todo si tomamos en cuenta que en 2014 el primer Challenger Hellcat se subastó por 1.65 millones de dólares.
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