Elon Musk va en camino de convertirse en un asesor importante para Donald Trump, con lo que crecerá, aún más, su influencia en el gobierno estadounidense.
El fundador de Tesla y Space X participó ya en una llamada que tuvo Trump con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, según un reporte de Reuters. En la llamada, el mandatario ucraniano le agradeció a Musk por las facilidades que han brindado los satélites de Space X para ofrecer internet en el país que se encuentra en guerra contra Rusia.
Lo anterior confirma sospechas que hace poco analizaba The New York Times: ya fuera si ganaba la candidata Kamala Harris como el electo Donald Trump, Musk ha amasado gran parte de su fortuna gracias a contratos gubernamentales y una relación estrecha con el poder.
“El año pasado, sus empresas obtuvieron 3.000 millones de dólares en casi 100 contratos diferentes con 17 agencias federales”, se lee en el reportaje del diario.
Lo curioso, es que al tiempo que, por ejemplo, la empresa Space X tiene más de 15,400 millones de dólares en contratos con el gobierno, también es investigada por seis agencias. Tesla también acumula siete investigaciones, que vienen de razones tan variadas como violaciones de derechos laborales, peligrosidad de los vehículos Tesla, o demandas ambientales.
El departamento de seguridad de tránsito tiene en la mira a Tesla por cinco casos, como frenado inesperado, pérdida del control del volante, o choques cuando el auto estaba en modo de conducción autónoma.
De contribuyente de campaña a asesor político
Para nadie fue secreto que Elon Musk apoyó activamente la campaña presidencial de Donald Trump, a la que contribuyó con millones de dólares, apariciones públicas y la influencia de su red social X.
En cambio, Trump había dicho que lo nombraría “Jefe de la comisión de eficiencia gubernamental”, un cargo que no hasta el momento no existe en el gobierno estadounidense, y que Musk ideó. En su red social, el empresario ha dicho que este cargo debería tener poder para recomendar cambios en agencias gubernamentales y agilizar procesos burocráticos, que casualmente beneficiarían a sus negocios.
De lograrse el nombramiento, la receta del conflicto de interés ya tiene los ingredientes necesarios. Regular a los reguladores que actualmente alzan algunos obstáculos para el empresario, todo mientras sigue recibiendo contratos millonarios.