Elon Musk es uno de los CEO con más exposición mediática, aunque no siempre por sus historias de éxito. Con Tesla ha hecho historia: ha logrado que por primera vez, el auto más vendido del mundo sea eléctrico, pero en el otro extremo, el ejecutivo tiene una amplia lista de promesas sin cumplir. Ideas locas que parecen salidas de una plática con amigos, que se extiende hasta altas horas de la noche. Su último plan: construir domos habitables en Marte y descubrir si es posible procrear en ese planeta. Desde luego se ha ofrecido como voluntario.
Una investigación realizada por The New York Times a su empresa Space X revela las intenciones de Elon Musk: construir pequeñas casas en Marte, fabricar trajes para resistir las condiciones espaciales y saber si los humanos podemos reproducirnos ahí. Según fuentes cercanas al proyecto, con las que NYT pudo platicar, Elon Musk ha ofrecido su esperma para ello, aunque en X lo niega.
Su proyecto suena ambicioso, pero muy difícil de creer, sobre todo cuando otros proyectos mucho más realistas tampoco han sido completados. En noviembre de 2017 presentó el Tesla Roadster, un descapotable eléctrico que al momento de su anuncio prometía prestaciones de locura: un 0 a 96 km/h en 1.9 segundos. Luego aseguró que haría el 0 a 100 km/h en menos de un segundo.
Han pasado casi 7 años y lo seguimos esperando, tanto nosotros, como quienes pagaron 50,000 dólares para reservarlo. Incluso se anunció una edición especial Founders Series limitada a 1,000 unidades, de las que no se ha fabricado ni una. Y sí, el botón de reserva sigue activo en la web de Tesla.
A Elon Musk también se le ha hecho tarde con su red de robotaxis. El anuncio estaba previsto para el próximo 8 de agosto, pero —para sorpresa de pocos, y temor de sus accionistas— el lanzamiento se pospone un par de meses. La razón aparentemente se encuentra en su Gigafactory en Texas, donde aún no está listo el enorme centro de inteligencia artificial requerido para sus taxis automatizados.
Las ganancias de Tesla cayeron un 55% durante el primer trimestre del año. Elon Musk sabe que no puede competir contra los precios de los autos chinos eléctricos —BYD le respira en la nuca— y que el futuro de Tesla no está tanto en la venta de autos, sino en las soluciones de movilidad, por eso ha dado prioridad al proyecto de robotaxis, en vez del desarrollo del auto eléctrico asequible que prometió en 2020.
Veremos cómo madura la idea y cuándo se implementa. Elon Musk es un experto en poner los pelos de punta a sus accionistas, para luego darles tranquilidad con un anuncio que, si lo vuelve realidad, lo hace dentro de algunos años, o con una ejecución que suena espectacular, pero termina siendo poco útil, como The Loop en Las Vegas: un túnel subterráneo que prometía solucionar las congestiones viales en las grandes ciudades, pero en realidad se convirtió sólo en un atractivo tecnológico para los visitantes del CES.
