Hagamos un rápido análisis de Ford. Sus ventas disminuyeron, al menos en México, ninguno de sus vehículos es el más vendido en el segmento que pertenezcan, tienen fama de mantenimiento caro y de confiabilidad, han tenido problemas con la transmisión automática Powershift, que, por suerte, ya está desapareciendo.
La marca siempre da de que hablar, con polémicas situaciones de inversión, fabricación, liderazgo, y más. Sin embargo, siendo mexicanos, hemos vivido rodeados de vehículos Ford, desde hace casi 100 años, desde los más simples coches familiares, hasta los más deseados muscle-cars y deportivos.
Habiendo dicho todo esto, hay una división de Ford -Performance- que nos sorprende día con día, que nos han entregado en los últimos dos años esta "modesta" lista de autos de alto desempeño:
- Mustang Shelby GT350 y GT350R
- Focus RS
- GT
- Fiesta ST
- Edge ST (próximamente)
Y las dos pickups que aquí más nos conciernen, Lobo Raptor y Ranger Raptor.
Desempeño sin compromisos
La especialización de un vehículo no se mide en caballos de fuerza o velocidad máxima, bueno, sí son cifras importantes, pero lo que más cuenta cuando se debe destacar, es la cantidad de elementos que fueron, o tuvieron que ser fabricados específicamente para dicho vehículo, para hacerlo lo que es.
En Norteamérica, se vende una F150 (Lobo) cada minuto, los 365 días del año.
De estas pickups de ridículas prestaciones, sabemos que la suspensión es hecha a la medida por Fox, que las llantas BFGoodrich son de medidas exclusivas, que por debajo de la carrocería tienen un tratamiento de protección similar al de un Baja Racer, y que los motores han sido calibrados para obtener las mejores cifras posibles, tanto al límite, como cuando sólo tenemos que regresar a casa.
De la nueva Ranger Raptor sabemos apenas lo suficiente. Es fabricada en Tailandia, por el momento sólo se planea vender en el continente asiático, su motor es propulsado por diésel, y comparte transmisión y rudas intenciones con la gigante Lobo Raptor. Desconocemos la probabilidad de que cruce el Océano Pacífico, y si lo hiciera, si conservaría este motor 2.0 l diésel biturbo de 231 hp ¡368 lb-pie de par máximo! La verdad, es que sería más factible que primero se proyecte fabricarla en EEUU o México, y lanzarla con un motor EcoBoost con el mismo bloque V6 con doble turbo de Lobo, pero con menor cilindrada (2.7 litros) y potencia, pensamos en el de Ford Edge ST.
Godzilla y Godzuki
En apariencia son prácticamente iguales. Parece que tomaron el mismo molde y lo redujeron al 85% para crear Ranger Raptor. Claro que la jerarquía se hace presente, y Ford no está dispuesto a opacar los 450 hp con 510 lb-pie de par de Lobo, y dejaron que la bestia alfa continuara su reinado.
Es difícil ser objetivos cuando ya probamos exhaustivamente la Lobo y a la Ranger la acabamos de conocer en imágenes. Pero lo que sabemos de su mecánica, más allá de los diferentes motores, es que comparten el Terrain Management System con 6 modos de manejo off-road:
- Grava
- Pasto
- Nieve
- Lodo
- Rocas
- Arena
- Baja
Y dos modos de manejo on-road: Normal y Sport. En Lobo Raptor, el manejo en ciudad y fuera de ella presenta el clásico comportamiento que surge de la combinación de mucho peso, mucha altura al piso, llantas doble propósito y largo recorrido de suspensión, pero para compensar todo eso y no ver comprometida la potencia, se trabajaron los frenos y la transmisión (ambas equipan la de 10 velocidades automática), lo cual nos permite andar mucho más rápido de lo que una pickup de casi 6 metros de largo aparenta.
Ambas equipan todo lo que es posible para sus modelos, es decir, Lobo Raptor ofrece el confort de una Titanium, con menos piel y más superficies resistentes al lodo y de fácil limpieza, y Ranger también monta el equipamiento de su versión tope de gama. Cuentan con accesorios extras para reforzar el look aventurero, y no les falta nada en cuestión de seguridad.
Al ser un par de vehículos lúdicos y nada indispensables, hay pocas cosas que considerar al momento de elegir una. El tamaño de Lobo no es apto para ciudades pequeñas, ni muy congestionadas, el gasto de gasolina en ciclo urbano es altísimo y su capacidad de carga no llega ni a la media tonelada. Ranger es una pickup mediana, con -hasta ahora- motor diésel más amigable con la cartera, inmune a baches y hoyos, y más fácil de estacionar y maniobrar entre el tianguis, por ejemplo.
Estamos deseosos de confirmar su llegada a México, pero tendrá que pasar un tiempo en lo que Ford decide que le depara en América. Si el precio no es tu limitante, quédate con Lobo Raptor, que es la máxima expresión de una pickup de alto desempeño, tanto, que otras marcas no le llegan ni a los talones. Eso sí, úsala para entrar y salir de la ciudad y procura hacer pocas paradas en el trayecto. Ranger Raptor, a pesar de contar con gran potencial, es más práctica en todo momento, siendo una opción más racional que no pierde atractivo frente a su atlética prima sobredesarrollada.
Estaremos informando constantemente del estatus de Ranger Raptor, y también el momento en que Lobo Raptor adopte la imagen 2018 de la línea de pickups Ford F150.