Hummer H2, recordando al SUV que te hacía sentir que viajabas en un tanque de guerra por la ciudad
La filosofía de vender productos derivados de lo militar al público en general no es algo nuevo, de hecho muchos objetos tecnológicos que hoy son algo normal, pudieron tener su origen en el frente de batalla. En el caso de los coches sucede lo mismo, un ejemplo claro es el Mercedes-Benz a Clase G o incluso el mismo Jeep Wrangler. En Estados Unidos esa idea siguió viva y a principios de los 90 AM General comenzó a vender el Hummer, su éxito bastó para seguir con el H2 e incluso un H3 más pequeño, pero hoy nos enfocaremos en el más popular, el Hummer H2.
Un pasado militar
En 1999, General Motors se hizo de la licencia, derechos de distribución y demás del Hummer, cambiando el nombre original de AM General Hummer, a Hummer como marca y H1 como el nombre del modelo; a su vez comenzaron con el desarrollo de un nuevo producto que tomara rasgos de la imagen del original, pero que a la vez fuera un producto más cómodo y pulido en todo sentido.
EL Hummer H2 se comenzó a vender en 2002 como un modelo 2003, a la par de los últimos H1 para aquellos que buscaban lo más cercano al vehículo militar. El H2 seguía siendo fabricado bajo licencia por AM General en sus instalaciones de Mishawaka, Indiana, Estados Unidos, aunque con algunas partes que General Motors proveía.
Como tal el marco del H2 estaba compuesto de tres zonas, el frente era un derivado modificado del marco de las series 2500 Heavy Duty de General Motors, el centro fue un desarrollo nuevo para el Hummer H2 y la parte trasera provenía del marco de las series 1500 de General Motors, aunque reforzado para soportar el peso del vehículo.
No medías su consumo en km/l lo hacías en kilómetros por pozo petrolero
Cuando el H2 e incluso el H1 rodaban por las calles, los precios de la gasolina en Estados Unidos y otros países no era tan alto como ahora, por ello un consumo de 3.4 km/l no era tanta molestia...
El Hummer H2 tuvo un motor V8 durante su periodo de vida (2002-2009), aunque con distintas cifras de potencia y desplazamiento. En un inicio llegó con un V8 de 6.0 litros con 316 hp y cerca de 360 lb-pie de par, después tuvo una actualización para llegar a 325 hp. Estos modelos vigentes hasta 2007 llevaron una caja automática de cuatro cambios que llevaba el poder a las cuatro ruedas.
Para los modelos vendidos en 2008 y 2009, el motor se cambió por un V8 de 6.2 litros con 393 hp y la incorporación de una nueva transmisión automática de seis cambios. General Motors nunca reveló su consumo oficial, pero varios medios estadounidenses citaban cifras entre 8 y 14 millas por galón, es decir, entre 3.4 y 6 km/l. Cabe destacar que el H2 podía llegar a pesar hasta 2,903 kg.
El Hummer H2 también contaba con buenas capacidades off-road por lo que era común verlo haciendo rutas junto a otros todo terreno, aunque si se trataba de entrar a caminos estrechos, tenía problemas, pues es un vehículo enorme, no tanto como un H1, pero aún así es muy grande. Media 5,169 mm de largo, 2,062 de ancho y 1,994 mm de alto.
Una caja intimidante con ruedas
Visualmente el Hummer H2 no era una obra de arte y muchos lo calificarían como algo de mal gusto —me sumo a ese grupo—, pues si bien sus trazos son completamente cuadrados, no tiene el nivel de simpleza de un Clase G o un Wrangler, recurre más a exagerar formas para imponer, además de acentuarse con una parrilla gigante de cromo...
Gracias a sus capacidades y como muchos otros todoterreno, podía personalizarse con muchos aditamentos como luces de apoyo, canastillas, protecciones y otros detalles para todo terreno, por lo que no era difícil ver modelos bien acondicionados para salir del asfalto.
El interior seguía la misma filosofía del exterior con conjuntos rectos y circulares, además de una palanca de velocidades característica que nos recuerda un poco a los controles de potencia para ciertos aviones. Recurría a varias superficies de plástico duro para soportar los malos tratos, pero también contaba con asientos forrados en piel y algunas otras comodidades para el día a día.
Amado por unos, odiado por muchos
Quienes compraban el Hummer generalmente estaban encantados con el producto por lo robusto que era, la altura en la que te colocaba como conductor y por el hecho de llamar la atención, también amado por aquellos que lo sacaban del asfalto y se divertían con el como un todoterreno.
Sin embargo, para muchos era un vehículo que criticar y que buscaban evitar. Principalmente había quejas de seguridad pues, al ser tan alto la superficie de contacto en caso de tener un choque golpearía por encima de las defensas o costados de un auto común, a su vez en caso de atropellamiento el golpe iría directo al torso o cabeza en vez de las piernas como en la mayoría de los otros autos.
Los ambientalistas también criticaron mucho a este auto por su consumo excesivo de combustible y emisiones derivadas del mismo, en el día a día, a veces causaba problemas en estacionamientos por ocupar más de un lugar al tratar de estacionarse.
Un ícono del estilo estadounidense
El Hummer tuvo sus inicios como vehículo militar, probó su durabilidad, confiabilidad y capacidad en el campo de batalla. Cuando llego para uso civil se convirtió en un símbolo de estatus y poder, cosa que muchos buscan demostrar en distintas formas. También puede decirse que era un reflejo de la situación económica que se vivía en Estados Unidos en el momento de su creación, pues los precios de la gasolina eran relativamente bajos y no era tan caro transportarse en un vehículo con tanto consumo.
El Hummer H2 será recordado como ese SUV que te hacía sentir que conducías un tanque militar por las calles de tu ciudad, pero con la comodidad de cualquier otro SUV, su popularidad era suficiente para que como marca viviera por mucho tiempo, sin embargo, la crisis financiera vivida en Estados Unidos a partir de 2008 y los precios de la gasolina que se dispararon, condenaron a la marca a desaparecer en 2010, aún cuando habían recurrido al downsizing en todo aspecto al crear al H3.