El Hyundai Veloster N es el hatchback asimétrico llevado a su extremo racing
El Veloster Turbo está bien y todo, pero el auténtico modelo de altas prestaciones es el nuevo Hyundai Veloster N. Si el apellido no te suena, has de saber que N es a Hyundai lo que AMG a Mercedes o Cupra a SEAT. La división deportiva de la firma coreana se estrenó hace unos meses con el i30 y ahora le mete mano a la nueva generación del Veloster.
Del modelo original, el N se queda con la peculiar silueta estilo coupé y la carrocería asimétrica, pero todo bajo un concepto mucho más racing. Es evidente por el nuevo diseño de los parachoques, los insertos rojos en el equipo aerodinámico y, atrás, el alerón y el difusor, ambos igualmente espectaculares.
De serie, el Hyundai Veloster N calza unas llantas Michelin PilotSport de verano con medidas 225/40R18, pero también están disponibles unas exclusivas llantas Pirelli P-Zero 235/35 para rines de 19 pulgadas. La carrocería sólo puede ir en colores Ultra Black, Chalk White, Racing Red y la pintura exclusiva de los modelos N, Performance Blue, inspirada en los modelos de competición de la casa.
La cabina también recibe su tratamiento deportivo con asientos de tela especiales para un mejor agarre en curvas, emblemas N, un volante específico y cuadro de instrumentos con diseño N. Cuando el tacómetro se acerca a la línea roja, la pantalla central del cluster muestra un indicador de cambio progresivo, para que el conductor sepa a qué rango conviene sacarle el máximo partido al motor.
275 hp para que suspires por un deportivo coreano
En Hyundai nos dicen que la prioridad número uno del Veloster N es un manejo divertido. Por eso, antes de transplantar un motor más potente, hicieron los cambios necesarios en el chasís para asegurar un mejor paso por curva y sensaciones de manejo más puras. Simplemente la dirección fue ajustada para ofrecer mayor precisión y un tacto más directo.
La suspensión también fue revisada y endurecida para mitigar la inclinación de la carrocería en curvas, lo que también se traduce en un mejor agarre. Se puede ajustar electrónicamente según el modo de manejo seleccionado —Normal, Sport, N, Eco y N Custom— y cuenta con un sistema de control de transferencia de peso, que reduce el "hundimiento" al frenar y controla la inclinación en curvas.
Al conjunto se suman un diferencial de deslizamiento limitado y un sistema de escape variable, que en modo N deja salir toda su ira a través de un espectacular sonido que incrementa la emoción del manejo. O al menos así lo plantean en Hyundai, donde no miden el desempeño en rpm, sino en bpm —pulsaciones por minuto.
El responsable de catapultar al Hyundai Veloster N es un motor turbo de 2.0 litros de 275 hp y 260 lb-pie, disponibles entre 1,450 y 4,600 rpm. Va asociado a una transmisión manual de seis velocidades de relaciones cortas y puesta a punto especialmente para circuitos. Por ahora no se habla de cifras de aceleración ni de velocidad máxima.
Desde Namyang y Nürburgring, el Veloster N estará disponible a finales de año
El Veloster N nació en el cuartel general de Hyundai en Namyang, Corea del Sur, pero fue puesto a punto en uno de los circuitos más demandantes de todo el mundo: Nürburgring. Ahí, donde la marca tiene su propio centro de desarrollo, afinaron los últimos detalles para dejarlo listo para hacer frente a sus principales competidores.
Aún quedan por ajustar algunos tornillos. La producción comenzará en septiembre de este año en Ulsan, donde también se fabrica el resto de la gama, pero las ventas en Estados Unidos darán inicio hasta finales de este mismo año. Sin la llegada confirmada del modelo convencional a México, es difícil hablar del Veloster N en nuestras calles.
