No hay duda de que el roce entre el grupo Stellantis y el gobierno italiano, liderado por Giorgia Meloni, podría subir de tono con la expropiación de dos marcas italianas históricas del grupo: Innocenti y Autobianchi, las cuales, aseguran desde Italia, podrían resucitar y, para lograrlo, el Gobierno de Giorgia Meloni está dispuesta a regalar esas dos marcas a un fabricante chino, siempre y cuando se fabriquen en Italia.
Y es que Italia estaría dispuesta a poner las dos marcas en la mesa de negociaciones con una serie de fabricantes de automóviles chinos, entre ellos BYD, Great Wall Motors, Chery, Dongfeng y Jac, todos ellos interesados en abrir fábricas en Europa.
Para ello, el gobierno recurrirá a la famosa Ley del Made in Italy con la cual el ministerio podría presentar una solicitud a la oficina de patentes para que se confiscaran las marcas que no se hubieran utilizado durante más de cinco años; si se concediera, la solicitud permitiría al Ministerio de Industria tomar posesión de ellas y ofrecer la marca a nuevos inversores interesados en entrar en el mercado italiano.
Esa voluntad de hacerse con marcas italianas no es un mero anuncio mediático. De hecho, “el Ministerio de Empresa y Made in Italy (MIMIT) solicitó y obtuvo de la Oficina de Patentes (la cual depende del mismo ministerio) el registro de una marca Innocenti y de una marca Autobianchi, pero con características gráficas diferentes de aquellas que pertenecen a FCA Italia o Fiat Group Automobiles”, aseguran desde II Sole24, que pudo consultar los registros.
El Ministerio de Empresa y Made in Italy registró ambas marcas el 28 de marzo de 2024, tras la presentación de una solicitud el 10 de noviembre de 2023. Queda por ver si podrán ir más allá de esos registros y utilizar las marcas para atraer a inversionistas chinos.
Actualmente, Innocenti y Autobianchi están bajo el control de Stellantis, con la que el Gobierno italiano está enfrentado. Mientes Meloni exige que fabriquen al menos un millón de coches en Italia y le impide usar referencias a Italia en sus modelos si estos no se fabrican en territorio nacional, Stellantis pide incentivos y exenciones fiscales para mantener y probablemente incrementar la producción en Italia.
Desde luego que Stellantis no se dejará quitar esas dos marcas por las buenas. De hecho, el simple hecho de que Stellantis use esos dos nombres comerciales en algún producto, como una serie especial con un par de adhesivos en un Fiat, por ejemplo, bastarían para hacer improbable la caducidad de la patente.
Además, por una parte, si bien las marcas chinas están interesadas en hacerse con marcas europeas, por una cuestión de imagen, no está claro que esas dos marcas italianas sean muy conocidas y recordadas en Europa más allá de Italia. Autobianchi desapareció en 1995 e Innocenti, en 1997 tras vender en Italia las versiones brasileñas del Fiat Uno. Por otra parte, los fabricantes chinos están más interesados en hacerse con marcas europeas por sus fábricas y eventualmente por su investigación y desarrollo, como ha sido el caso con Volvo y Lotus compradas por Geely, que por la marca en sí.
