Luego de poco más de seis años de vida, el que fue el primer vehículo eléctrico de Jaguar dijo adiós, y para nada está teniendo un final precisamente digno. Se trata del Jaguar I-Pace, un SUV cero emisiones que incluso fue ganador del World Car of the Year y Coche del Año en Europa, el primer SUV a baterías en conseguirlo, sin embargo, hoy sus unidades se apilan en un deshuesadero.
Unas fotos publicadas en redes sociales mostraron este trágico final del eléctrico británico, llamado en su momento a revolucionar la marca. La realidad del I-Pace ha sido otra completamente diferente, marcada por ventas discretas y continuos problemas de confiabilidad, incluyendo el pero mal para un eléctrico: el incendio de sus baterías.
El Jaguar I-Pace llegó al mercado en 2018 y realmente nunca fue un referente en ventas, pues se estima que, a lo largo de estos seis años, se han vendido aproximadamente 60,000 unidades. En 2023, los vehículos entregadas en todo el mundo no llegaron a 3,000. Para ponerlo en contexto, ese mismo año del Lamborghini Urus se vendieron más de 6,000 unidades de un SUV mucho más caro y, por lo tanto, más de nicho.
Además, la trayectoria del Jaguar I-Pace ha estado marcada por varios llamados a revisón. Pero lo que es un hecho es que no deja de ser llamativo ver decenas de unidades del I-Pace esperando a ser destruidas.
Los problemas de confiabilidad han acompañado al Jaguar I-Pace a lo largo de su existencia. Especialmente en los últimos años. Tal y como señala Carscoop, desde 2023, este SUV eléctrico ha enfrentado cinco retiros en Estados Unidos. El motivo siempre ha sido el mismo: su batería es propensa a sobrecalentarse y, por lo tanto, a incendiarse. La más grave y peligrosa falla para un eléctrico, que puede tardar hasta días en apagarse por la química de sus baterías.
La primera de estas llamadas a revisión fue en mayo de 2023 y se intentó solucionar el problema con un ajuste de software vía remota, para monitorear la batería. También se reemplazaron puntualmente módulos de batería en algunas unidades.
Pero se siguieron registrando incidentes, con I-Pace incendiados en combustión espontánea. Así llegaron sucesivas revisiones que tampoco corrigieron el problema. El último de los llamados a revisión se realizó a finales de agosto del año pasado, cuando se limitó su carga al 80% para minimizar el riesgo de sobrecalentamiento.
Algo poco funcional en un coche eléctrico. Mientras, a los propietarios se les recomendaba cargar siempre sus I-Pace al aire libre. Las fotos en cuestión las publicó eVNewt en Twitter, un ferviente seguidor de modelos eléctricos, pero que no parece nada amante del fabricante británico, a pesar de que él es británico.
"Estos Jaguar I-Pace en mi deshuesadero local, Charles Trent, fueron retirados del mercado, recomprados y ahora están para ser reciclados", afirma en el tuit, que acompaña con las imágenes donde los I-Pace se cuentan por al menos dos docenas. Vale la pena señalar que Charles Trent es una de las empresas de referencia dedicadas al desguace de vehículos en Reino Unido.
Jaguar finalmente cortó por lo sano, pues a finales de noviembre, confirmó que iba a recomprar cerca de 3,000 unidades del I-Pace en Estados Unidos. Todas estas unidades databan de 2019 y fueron las que sufrieron los continuos llamados a revisión.
JLR recurrió a las baterías LG Chem para este SUV eléctrico y, aunque no son las únicas, estos dispositivos han dado problemas de sobrecalentamiento en los modelos que las equipan. Previamente a esta recompra, Jaguar anunció el finde producción del Jaguar I-Pace para este 2025, como una gran parte de su gama debido precisamente a al nuevo rumbo de la firma británica.
