Seguramente has llegado a escuchar que tal o cual marca últimamente ha estado diseñando sus autos al gusto del mercado chino porque era su prioridad. No debería resultarnos extraño teniendo en cuenta que es el país donde más autos se venden y donde muchas marcas occidentales habían encontrado su mina de oro. Presta atención a la conjugación. Hoy se ha terminado. Los chinos ahora prefieren sus propias marcas y Mercedes-Benz acaba de comprobarlo.
El EQE es uno de los modelos eléctricos más avanzados de Mercedes-Benz, pero sus ventas no despuntan en China. Por tener un contexto: tan solo en agosto, en todo el país se vendió un millón de autos eléctricos, pero sólo dos unidades del EQE.
Para desplazar las unidades en stock, Mercedes-Benz redujo casi a la mitad el precio de su EQE, dejándolo en torno a 33,500 dólares (aproximadamente 674,000 pesos), es decir que por lo mismo que hoy cuesta un Volkswagen Jetta GLI en México, en China se estarían llevando un avanzado sedán eléctrico de marca premium alemana. ¿La sorpresa? En octubre no se vendió ni siquiera un solo EQE.
China ya no es la mina de oro de las marcas occidentales
El mercado chino mira cada vez con mejores ojos a sus propias marcas, como BYD, IM o Nio. La tendencia ha dado tal giro, que ya no sólo se está dejando fuera del juego a firmas de volumen como Volkswagen, Chevrolet o Ford, sino también a marcas premium que antes parecían inalcanzables por un competidor chino. Es todo un problema para Mercedes-Benz o BMW, cuyas ventas recaían en buena medida en China.
Es imposible negar que detrás del desarrollo de algunos modelos de Mercedes-Benz o de BMW hay un interés particular por encajar en el mercado chino que, al final del día, era donde más vendían. Basta mirar los rasgos de un Serie 7 o los propios interiores del EQE, donde prácticamente todo el tablero son pantallas. A diferencia de occidente, donde ya echamos de menos los controles físicos, el chino valora mucho las pantallas y las prefiere en lugar de botones.
Ni los esfuerzos de desarrollo ni de mercadotecnia han funcionado para echar a andar al Mercedes-Benz EQE en China. La culpa no es totalmente de Mercedes-Benz, es el mercado transformándose a un ritmo frenético. El problema, sin embargo, se queda por ahora en el bando de los alemanes. Y de Europa en general.
