En un ambiente automotriz muy complicado, donde los motores de combustión interna pierden potencia cada día, al tiempo que las personas y los gobiernos ya no los ven con buenos ojos, en donde el diésel se ha convertido en el demonio que se debe exorcizar, la electricidad y las fuentes alternativas de impulsión se han convertido en el único camino a seguir, un camino donde existe una gran cantidad de competidores, entre ellos el nanoFlowcell Quantino, un modelo que destaca por méritos propios y del cual ya habíamos escuchado hablar.
Develado hace casi tres años, el nanoFlowcell Quantino es una de las mejores promesas en el ambiente gracias a su sistema de impulsión que consta de baterías de flujo que le brindan una autonomía de infarto, al tiempo que requiere un mantenimiento mínimo.
No es un secreto que los fabricantes de autos están haciendo su esfuerzo en sus correspondientes proyectos, sin embargo, hay una nube negra que se niega a alejarse de sus coches: La autonomía de sus baterías; un punto que no preocupa en lo absoluto a nanoFlowcell, la firma con sede en Liechtenstein.
Esta empresa logró lo que pocos creían factible: Homologar para circular por la calle al Quantino, un auto compacto, cuyo mayor atractivo no son sus líneas aerodinámicas sino lo que esconde de su atractiva carrocería.
Amigables con el medio ambiente, seguras, facilidad de mantenimiento y un gran rendimiento ¿se puede pedir más? El secreto detrás de estas características es la tecnología bi-ION, que toma como base un electrolito derivado del agua marina que no es ni tóxico ni inflamable, es amigable con la naturaleza y lo mejor de todo es que puede ser suministrada mediante estaciones de servicio convencionales.
Esta sustancia se almacena en dos depósitos con cargas diferentes, y posteriormente circula a través de una membrana específica que se encarga de generar la energía eléctrica necesaria para mover al vehículo. Gracias a que el bi-Ion funciona con una tensión de 48 volts, podría representar una estupenda solución para los coches eléctricos el mañana.
Para demostrar la efectividad de su tecnología, los ingenieros de nanoFlowcell ya han realizado más de 350,000 kilómetros de prueba con el Quantino. ¿Quieres escuchar lo mejor de todo? Durante todo este tiempo, el vehículo ha demostrado un comportamiento impecable, sin una sola falla, de hecho, solo fue necesario sustituir neumáticos y frenos.
El nanoFlowcell Quantino ha funcionado por más de 10 mil horas impulsado por cuatro motores eléctricos que generan 108 caballos de fuerza, capaces de llevar el auto a una velocidad máxima de 200 km/h y de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de cinco segundos. Por si lo estás preguntando, la autonomía comprobada de este auto es de 1,000 kilómetros, con un consumo mínimo de energía de entre 8 y 10 kWh.
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