La rápida transformación que atraviesa actualmente la industria automotriz a nivel global ha obligado a muchos grupos automotores a unir fuerzas para mantenerse rentables. La electrificación y el auge de tecnologías autónomas ha representado todo un reto, sobre todo para fabricantes que quieren abrir sus fronteras.
Es bien sabido que Grupo PSA, al que pertenecen Peugeot, Citroën y Opel, se prepara para entrar al mercado estadounidense. El grupo francés goza de buena salud financiera, sin embargo, su capacidad no le permitiría satisfacer de manera autónoma sus ambiciosos planes de expansión.
De acuerdo con Bloomberg, Carlos Tavares, CEO de Grupo PSA, ya se encuentra reuniéndose con otros grupos automotores con el fin de establecer un plan de colaboración o una alianza. El proceso todavía se encuentra en una fase muy preliminar, aunque algunos nombres ya salieron a la luz: General Motors o FCA.
Grupo PSA busca una marca con fuerte presencia en Estados Unidos para facilitar la distribución de sus productos e incluso poder fabricar modelos en Norteamérica sin tener que invertir en su propia planta.
Se desconoce lo conversado entre los directivos de Grupo PSA, General Motors y FCA. En declaraciones anteriores, Michael Manley, CEO de Fiat Chrysler Automobiles, aseguró estar abierto a formar alguna asociación con otro fabricante, sin entrar en más detalles. General Motors, por su parte, vendió Opel a Grupo PSA hace un par de años.
La estrategia de Grupo PSA es muestra de la tendencia de la industria a unir fuerzas con rivales. En enero de este año, Grupo Volkswagen y Ford Motors Company anunciaron una aventura conjunta para el desarrollo de vehículos comerciales, tecnologías de conducción autónoma y modelos eléctricos. BMW Group y Daimler también se encuentran colaborando en la creación de nuevas tecnologías.
