Históricamente, los autos han sido algo más que un medio de transporte, por muy sencillos u ostentosos que sean. Para algunos es un hobby, una fuente de diversión, un medio de libertad individual e inclusive una extensión de personalidad, mientras que para otros es un mero símbolo de estatus social, y Corea del Sur acaba de demostrarlo.
Y es que las ventas de coches de marcas de lujo como Mercedes-Benz, Porsche y Bentley han caído abruptamente en Corea del Sur en los dos primeros meses de este año. Lo más curioso es que no es por una cuestión de crisis económica o de nuevos y absurdos impuestos. La razón está directamente ligada con la vanidad de quienes conducen estos coches, especialmente en un país con la mayor tasa de operaciones de cirugías estéticas a escala internacional.
A partir de 2024, los coches matriculados a nombre de una empresa tienen que llevar una matrícula verde. No hay que pagar más impuestos y se puede recuperar el IVA. Sin embargo, la única diferencia es que el coche tiene que llevar una matrícula de color verde y no blanca, como cuando el coche está a nombre de un particular.
De esta forma, todo el mundo sabrá que quien conduzca un coche con placa verde, no está conduciendo su coche propio, sino el de una empresa, aunque esa persona sea dueña de la empresa en cuestión. A consecuencia de ello es que las ventas de coches de lujo han caído. Conducir un Bentley, sí, pero si mi vecino ve que no lo he pagado de mi bolsillo y que me aprovecho del sistema, ya no es tan interesante.
Esta medida fue la respuesta al declive del mercado de coches para particulares y el crecimiento del mercado para empresas. En Corea del Sur, el número de vehículos ligeros nuevos matriculados ha disminuido 1.3% anual en promedio en los últimos cinco años, pero los vehículos a nombre de empresas han aumentado un 2.4% durante el mismo periodo.
Las empresas de este país se han beneficiado de reducciones fiscales, de hasta 8 millones de wones (5,000 euros) anuales, por los vehículos adquiridos o de leasing con fines empresariales. Sin embargo, como la ley no tenía límites en el importe total deducible con el paso del tiempo, muchos aprovechaban para amortizar todo el precio de compra de vehículos de lujo en concepto de gastos corporativos.
Es por eso que, desde el 1 de enero de 2024, todos los coches de empresa cuyo precio supere los 80 millones de wones (54,000 euros) tienen que llevar placas de circulación verdes para que los diferencien claramente de los vehículos privados. Y ha funcionado, las ventas de coches de lujo han regresado a niveles de 2013.
