París quiere declararle la guerra al SUV, da igual si es a gasolina o eléctrico. La capital parisina prepara una nueva ley que subiría el costo de estacionamiento para este tipo de vehículos. Como punta del iceberg, su argumento es que ocupan más espacio en una ciudad donde cada vez es más difícil estacionarse, pero en los argumentos más profundos también se habla de seguridad para peatones y contaminación.
El ayuntamiento de la ciudad propone el cobro de tarifas de estacionamiento en función del peso. Si un vehículo con motor a combustión pesa más de 1.6 toneladas, o uno eléctrico rebasa las dos toneladas, les saldrá más caro estacionarse. Para saber el peso, toda la información estará vinculada con la placa del vehículo, indispensable para utilizar los parquímetros.
David Belliard, diputado responsable del espacio público y la política de movilidad la ciudad, menciona que es incongruente tener un SUV en un espacio urbano. “No hay caminos de tierra o carreteras de montaña. Los SUV son absolutamente inútiles en París. Peor aún, son peligrosos, estorbosos y requieren de muchos recursos para fabricarse”, citan en The Guardian, donde también mencionan que invitó a las marcas de autos a dejar de producirlos.
La decisión de establecer una tarifa más alta para vehículos más pesados no necesariamente afecta a todos los SUV, pero sí tiene como víctimas inesperadas a algunos sedanes e incluso a ciertos compactos. Por ejemplo, un Mazda CX-5 es un SUV que pesa 1,544 kg, pero un Audi A3 Sportback es más pequeño y pesa 1,660 kg en algunas versiones. Mismo caso con un BMW 330i sedán, que marca exactamente 1,600 kg, contra los 1,575 kg de un SUV de la marca, un X1 sDrive18i.
Aunque el ayuntamiento de París tiene entre cejas a los SUV, lo cierto es que su objetivo en realidad es deshacerse de cualquier vehículo grande, especialmente de los de alta gama, donde abundan sedanes y SUV con tracción integral —que añade peso— y montones de kilos de equipamiento, literalmente.
Los defensores del SUV han dado su postura
Los defensores de los SUV, o del automóvil, en general, no han tardado en dar su postura. Señalan, por ejemplo, que las regulaciones europeas han exigido vehículos con más tecnologías y más seguridad, lo que también implica más peso. Apuntan, además, a que varios propietarios no tienen un SUV para disfrutarlo en la ciudad, sino para salir el fin de semana a zonas de campo. Del mismo modo, familias numerosas requieren vehículos más grandes.
Entre los detalles de la propuesta del ayuntamiento parisino sí se consideran algunas excepciones. Por ejemplo, taxistas, profesionales de la salud, personas con problemas de movilidad y —para alivio de muchos— residentes que estacionen sus vehículos en sus zonas habituales. No les será más caro estacionar cerca de su casa, pero sí en cuanto se alejen. Además, estacionarse de 8 de la noche a 8 de la mañana es gratis.
Los ciudadanos votarán al respecto el próximo 7 de febrero. Según datos oficiales, un 15% de los 1.15 millones de vehículos que se estacionan diariamente en París son SUV, y sus ventas han aumentado un 60% en los últimos 4 años. El objetivo de esta regulación es desincentivar la compra de vehículos grandes, en favor de modelos urbanos y compactos.
Imagen de portada | Motorpasión México generada con IA Microsoft Bing