Te decimos cuáles son las diferencias en el mantenimiento de vehículos a gasolina, diésel y eléctricos
Actualmente comprar un vehículo nuevo puede ser una decisión más difícil de lo que parece y es que si antes solamente teníamos que pensar en que modelo se ajusta mejor a nuestras necesidades dependiendo de la carrocería y el precio, actualmente existe una gran cantidad de cosas a tomar en cuenta, entre las que resalta sobre todo el tipo de motorización a elegir.
En el mercado actual, los vehículos a gasolina se ven acompañados casi siempre por versiones impulsadas por diésel, modelos híbridos y en menor medida autos totalmente eléctricos, de los cuales muchas veces no sabemos mucho sobre su mantenimiento, por lo que hoy te traemos una lista de diferencias entre estas motorizaciones.
Lo primero es entender la diferencia en te autos con motor a gasolina y autos con motor diésel pues, aunque para muchos estas dos motorizaciones podrían parecer iguales, es importante recordad que los autos diésel tienen combustión por compresión, es decir que la misma fuerza del pistón, apoyados por bujías de incandescencia que se encargan de precalentar el combustible para su explosión dentro del cilindro.
Por su parte, hay que recordar que los motores de los autos híbridos o totalmente eléctricos se componen de una batería que dota de energía a una inmensa bobina, que se encarga de generar la potencia y el torque total que serán transmitidos de manera inmediata a las ruedas para movilizar el vehículo, por lo que su mantenimiento es totalmente distinto al de las otras motorizaciones.
En los motores Diésel, el cambio del filtro es uno de los mantenimientos preventivos más importantes, pues este elemento se ve sometido a grandes cantidades de presión por parte de la bomba, lo que provoca un desgaste mucho mayor al de los motores a gasolina. Como regla general, y salvo la mejor recomendación de tu manual de usuario, se debe cambiar el filtro de gasolina cada 60,000 kilómetros en un auto diésel y 90,000 kilómetros en los autos a gasolina.
La banda de distribución será también otra diferencia marcada entre estos dos tipos de motorizaciones, pues en los autos diésel esta recibe un menor desgaste, por lo que puede llegar a durar hasta 200,000 kilómetros, mientras que en los autos a gasolina regularmente debe ser reemplazada entre los 100,000 y 120,000 kilómetros o aún menos si el uso del auto es mayor.
Por su parte, hablando de los autos eléctricos son un mundo totalmente distinto y por esto mismo su mantenimiento suele ser muy distinto y más simple, debido a que estos motores tienen hasta un 60% menos de piezas, que regularmente harán que el mantenimiento sea menos costoso.
Los autos híbridos son vehículos que combinan lo mejor de ambos mundos, pero esta combinación conlleva en si misma también una combinación de costos, pues sus sistemas complejos de combinación de potencia suelen ser un dolor de cabeza y de cartera para todos aquellos que tienen uno de estos en casa.
En estos casos, la pieza que suele dar más dolores de cabeza a los usuarios es la batería, que al igual que cualquier otra tiene una vida útil limitada y que con cada recarga se desgasta, por lo que después de cierto tiempo, este elemento deberá ser reemplazado y eso llevará un gasto muy fuerte. Claro que cuando hablamos de “cierto tiempo” nos referimos a mucho más de 100 mil kilómetros de uso, por lo que no debe ser un factor que te provoque dolores de cabeza.
El sistema de refrigeración de las baterías es otro elemento importante, por lo que será muy importante reemplazarlo, en la mayoría de los vehículos se indica que este cambio debe ser por primera vez a los 170,000 kilómetros y después cada 120,000.
En estos autos también es muy importante reemplazar constantemente el filtro de aire acondicionado, pues este suele ensuciarse con más facilidad y se recomienda cambiarlo cada 12,000 kilómetros.
Como puedes ver, cada una de estas motorizaciones tiene sus ventajas y desventajas en piezas que deben ser reemplazadas con mayor o menos frecuencia, así que a la hora de elegir un nuevo vehículo debes tomar en cuenta el tipo de uso que le darás, pues esto será determinante para los mantenimientos y sobre todo la fiabilidad de los modelos.
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