Los fantasmas del espionaje jamás se han ido de cualquier parte del mundo, ya sea a través Der personas infiltradas o de lo más novedoso de la tecnología, pero en esta ocasión, el objeto de sospecha son los autos. Y es que aunque parezca broma, en la provincia de Beidaihe, China, a partir del 1 de julio y hasta el 1 de septiembre, todos los autos de Tesla tendrán prohíbido circular por sus calles.
Tal cual cuenta Reuters, esta prohibición se da debido a que en algún momento de esos dos meses, se llevará a cabo una reunión de lideres gubernamentales de China. Aparentemente por los altos mandos que acudirán y las problemáticas a tratar, todo se debe llevar a cabo bajo la más estricta confidencialidad posible.
Esta medida surge tras las acusaciones del gobierno chino sobre la posibilidad que lo grabado por las cámaras, sensores y micrófonos de los Tesla en China, pueda ser intervenido por el gobierno estadounidense como una forma astuta de espionaje. Por ello mismo, hace algunos meses, se prohibió la entrada de cualquier vehículo de Tesla a varias instalaciones militares de aquel país.
Lo mismo sucedió durante menos tiempo en la ciudad de Chengdu, cuando hace unas semanas, el presidente de China Xi Jinping, realizó una visita de estado a esa localidad.
Desde aquel entonces, Tesla liberó un comunicado donde aseguraban que todo lo grabado por sus vehículos se almacenaba localmente en las instalaciones y centrales de la marca en China, y que su contenido servía para mejorar el mapeo de caminos y rutas por donde sea que pasan sus autos para avanzar más rápido hacia la conducción autónoma total.
¿Exageración o duda legítima? aún no se sabe, pero esto podría formar un precedente para crear leyes más estrictas sobre lo que se vende, fabrica y la forma en la que se tratan los datos en aquel país. Eso sí, también puede significar un gran riesgo para las operaciones de Tesla en China, que a su vez, es uno de los mercados más grandes e importantes para la marca de Elon Musk.
