Con el fin de abastecer la gran demanda de la nueva generación de Toyota Highlander 2020, la firma invirtió 700 millones de dólares adicionales a la inversión inicial en su planta de Indiana.
La compañía también agregó 150 empleos adicionales para completar la transformación de su proyecto de modernización de la planta, anunciado en enero de 2017.
En total desde el 2017, se agregaron 550 nuevos empleos y se invirtieron 1.3 millones de dólares en el complejo de Toyota Indiana, cifra que se utilizó para la remodelación, instalación de nuevos equipos y tecnologías de fabricación avanzadas para modernizar aún más las instalaciones.
Para mejorar la velocidad operativa, la competitividad y la transformación en sus plantas de ensamblaje de vehículos en todo Norteamérica, basadas en plataformas y arquitecturas comunes, la compañía seguirá el mismo plan que en Toyota Indiana, pero en el resto de sus puntos de producción para el 2022.
Cabe señalar, que el nuevo Highlander 2020 se comenzó a producir recientemente y que la planta donde nace tiene la capacidad de ensamblar más de 420,000 vehículos anualmente.
Finalmente, todo el apoyo económico detrás de la fabricación de este nuevo SUV que llegará a nuestro país este 2020, es parte del compromiso de Toyota para invertir 13 mil millones en sus complejos en Estados Unidos durante un período de cinco años, es decir, hasta 2021.