El Toyota Supra 2020 devuelve el espíritu a Toyota con sus 335 hp y tracción trasera
Un nombre legendario en la industria automotriz japonesa está de vuelta. El Toyota Supra vuelve a las andadas con motivos para hacer sonreír hasta a los más puristas de la conducción deportiva: carrocería de dos puertas, motor turbo de seis cilindros y tracción trasera, todo bajo el tradicional estilo oriental que siempre lo ha definido.
Su diseño es el punto de convergencia entre la herencia del 2000 GT de los años 60, el linaje de las generaciones anteriores de Supra y la corriente estética actual de la marca. El primer acercamiento a su diseño lo tuvimos con el FT-1 Concept, exhibido en el Auto Show de Detroit en 2014. A partir de ese prototipo —y sin muchos cambios— se llegó a la apariencia final del modelo de producción.
Goza de las proporciones de un auténtico coche deportivo. Mide 4.38 metros. El frente es largo, la trasera es corta y la cintura va perfectamente definida por curvas musculosas y ventanas pequeñas. Algunas piezas van pintadas en negro brillante, como el poste A, las carcasas de los espejos, los rines, el difusor y algunos de los muchos accesorios aerodinámicos que lo visten.
La carrocería, en sinergia con el chasís, coloca la posición de los asientos lo más al centro posible, para maximizar la experiencia de conducción deportiva. Toyota también logró que el reparto de pesos del nuevo Supra sea perfecto entre ambos ejes, lo que favorece a su comportamiento, principalmente en circuitos.
La interpretación japonesa de una idea alemana
No es ningún secreto que el desarrollo del nuevo Toyota Supra fue en colaboración con el del BMW Z4. Muchos de los componentes que dan vida al deportivo japonés provienen de la firma alemana. En declaraciones anteriores, portavoces de Toyota aseguran que su deportivo fue puesto a punto para ofrecer sensaciones de manejo distintas a las de su "gemelo" alemán.
La constante, en ambos casos, es la atención a un manejo ágil y preciso. El Toyota Supra 2020 utiliza un esquema de tracción trasera, suspensión delantera de doble horquilla y un chasís capaz de colocar bajo el centro de gravedad. Adopta tecnologías de última generación para lograr un comportamiento sobresaliente, como amortiguación variable o un diferencial activo.
Su fuente de poder corre a cargo de un motor turbo de seis cilindros en línea y 3.0 litros —sí, de origen alemán— configurado para desarrollar 335 hp y 365 lb-pie. El poder es manejado a través de una transmisión automática de ocho velocidades con paletas de cambio al volante. Todos estos números son suficientes para llevarlo de 0 a 96 km/h en sólo 4.1 segundos y llegar a una velocidad tope de 250 km/h, limitada electrónicamente.
Toyota quiere que el Supra se convierta en el auto deportivo de uso diario de sus clientes, con acceso ocasional a circuitos. Por tal motivo es que se introdujeron distintos modos de conducción, capaces de modificar el comportamiento de la transmisión, la rigidez de la amortiguación y el tacto de la dirección.
El proceso de perfeccionamiento de su conducción tuvo lugar en distintas carreteras y pistas de Francia, Austria, Italia —incluyendo las sinuosas carreteras de los Alpes—, Suecia, Reino Unido, Japón, Australia, Alemana —en Nürburgring, por supuesto— y Estados Unidos.
Una cabina tecnológica y deportiva
El interior del Toyota Supra recibe el mismo tratamiento deportivo del exterior, comenzando por un tablero de bajo y muy horizontal, diseñado para maximizar la visibilidad del conductor. Una pantalla a color en el cuadro de instrumentos permite leer fácilmente el tacómetro, el indicador de marcha seleccionada, la velocidad e información relevante para la conducción. De manera opcional puede solicitarse un head-up display a color y en alta definición.
El sistema multimedia y algunas piezas del interior también provienen de BMW.
Los asientos deportivos aseguran un buen nivel de sujeción en curvas; llevan las cabeceras integradas y están inspirados en los de un vehículo de carreras. Las versiones más equipadas contarán con calefacción, tapicería en cuero o Alcántara y ajuste eléctrico. También habrá climatización automática, llave inteligente y un sinfín de asistencias de conducción en pro de la seguridad.
Algunos de los botones que encontrarás en la cabina del Toyota Supra son iguales a los del BMW Z4. El sistema de infotenimiento también es compartido con el roadster alemán, de modo que encontraremos gráficos en alta definición, un uso intuitivo a través de la perilla central y la posibilidad de incluir algunos servicios en línea.
Hay ganas de ver al Toyota Supra en México
Al preguntar si el Toyota Supra estará a la venta en México, portavoces de la marca no nos dijeron que sí, pero tampoco que no. Lo cierto es que se trata de uno de los modelos consentidos de la firma japonesa y sus directivos están con ganas de comercializarlo en nuestro país.
No esperes que sea barato, porque un deportivo de su talla debe darse a desear. Al menos en Estados Unidos, su gama arranca en 50,920 dólares, unos 966,000 pesos al tipo de cambio actual. Su producción tendrá lugar en las instalaciones de Magna en Graz, Austria, donde también se fabrica el Z4.
