En Uber las cosas recientemente han estado de color rojo con muchas situaciones sucediendo a la vez. Hace dos meses se dio una de las crisis más grandes para la empresa, pues uno de sus vehículos autónomos de prueba, atropelló a una mujer que desafortunadamente falleció. Hace unas horas, y mucho antes de tener una resolución por tal caso, la marca ha tomado la decisión de detener las pruebas de este tipo de coches en el estado de Arizona, dónde ocurrió el atropello.
A través de un mail interno, que los colegas de Ars Technica, lograron obtener, anunciaron que las operaciones cesarían de forma permanente en ese estado. Además, al menos 300 empleados de la compañía perderán su trabajo.
El correo fue escrito por Eric Meyhofer, Director del Grupo de Tecnologías avanzadas de la compañía.
También se aclaró que el programa de desarrollo de su servicio con coches autónomos no se cancelará totalmente, sólo en Arizona. Por ahora siguen negociando la reanudación de las operaciones en California y Pittsburgh.
Este caso ha causado una cantidad gigantesca de críticas, sobretodo al conocerse que el software del auto sí detectó a la mujer, pero al final de todo decidió no actuar. Sin embargo, otros factores como la configuración del software, reducción de sensores, radares y personal de la marca de dos supervisores a uno a bordo del auto, pudieron contribuir al accidente fatal.
Al ser un tema muy delicado y sobre el cual no existen regulaciones totalmente establecidas, podemos esperar que el la sentencia del caso por parte de las autoridades de la localidad y del país, pueda tomar más tiempo.
Imagen del auto accidentado | Ars Technica
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