Entre todos los fabricantes de autos eléctricos, Tesla va ganando la carrera en tiempos de carga y autonomía de sus vehículos. Un Model 3, por ejemplo, es capaz de recorrer 498 kilómetros con una sola carga. La empresa Nextmove, dedicada a la renta de vehículos eléctricos en Alemania, decidió retar la autonomía del vehículo y cruzar la barrera de los 1,000 kilómetros sin detenerse a recargar y sin ningún conductor al volante.
La historia suena increíble y es porque tiene un truco. La prueba no fue realizada en carreteras o avenidas, sino en un circuito privado que, además, contaba con un trazado ideal para que el Model 3 y su sistema Autopilot fueran capaces de mantener todo bajo control sin necesidad de un conductor: rectas largas, curvas amplias, carriles bien pintados y señalización adecuada para vehículos autónomos.
Dado que el sistema Autopilot de Tesla exige que siempre haya un conductor, la gente de Nextmove instaló un muñeco que generara carga en el volante para simular a un piloto —y ahorrarse el peso del mismo. Luego de 28 horas dando vueltas a una velocidad promedio de 36 km/h —y con consumo de 7 kWh cada 100 kilómetros— este Tesla Model 3 logró recorrer 1,001 kilómetros.
Las condiciones, por supuesto, son muy distintas a lo que sucede fuera de un circuito, donde la señalización, el diseño de la carretera, el tráfico, la orografía y hasta el clima influyen en la autonomía.
