Casas rodantes, autos modificados, museos, hoteles… En torno al Volkswagen Sedán han existido toda clase de proyectos que se han encargado de mantener vivo el mito del legendario Vocho. Y en una de las historias que protagonizó, está la de la vez que cruzó el Lago de Chapala convertido en un auto anfibio.
Corría el año de 1968 cuando Volkswagen decidió poner a prueba la durabilidad del vochito de forma nunca antes vista. Según la historia, que documentan varios medios y también empresas locales afiliadas con la marca, por aquellos años se recibieron quejas sobre problemas de filtración de agua en los Sedán, sobre todo cuando llovía. Como experimento y truco mediático, Volkswagen se dio a la tarea de crear un vochito que pudiera moverse sobre el agua y la tierra.
“Surgió como una prueba para desafiar la calidad e ingeniería Volkswagen”, se lee en un video del canal oficial de Volkswagen.
En la misión participaron ocho ingenieros mexicanos empleados de Volkswagen, quienes fueron liderados por Marcelo de Loza, Feliciano Jiménez y Javier Aréchiga. El objetivo era lograr que el VW Sedán modelo 1968 pudiera cruzar el Lago de Chapala, ubicado en Jalisco.
Los ingenieros conectaron al cigüeñal una flecha con propelas, como la de una lancha, para que el coche pudiera desplazarse en el agua. La parte inferior del auto fue tapada con corcho y silicón para sellar los huecos y evitar que entrara líquido. Según El Universal, los mecánicos realizaron su primera prueba en el Parque Ávila Camacho, en Guadalajara, donde había un pequeño embalse. Pero el auto se apagó a los pocos segundos y fue sacado con cuerdas para seguir trabajando en las modificaciones. Un segundo intento también resultó infructuoso, con agua que filtraba desde el cárter.
El problema principal era evitar las filtraciones, por lo que el equipo buscó formas para sellar el interior con más corcho, incluyendo el motor. El vochito modificado finalmente hizo su última prueba el 1 de septiembre de 1968, ya en el Lago de Chapala, con el equipo instalando bombas para sacar cualquier líquido que lograra entrar al vehículo.
Con todo listo, el acontecimiento fue anunciado en los periódicos locales. Con salida desde el poblado lacustre de San Luis Soyatlán, la cita fue a las 12:00 pm del 8 de septiembre de 1968. A bordo del auto iban el conductor y uno de los mecánicos de la empresa
El vochito atravesó 18 kilómetros hasta la otra orilla del Lago de Chapala para llegar a Ajijic, y de ahí, navegó otros 6 kilómetros hasta llegar a Chapala. Pero aunque el itinerario estimaba unas tres horas de duración en toda la travesía, al final fueron alrededor de 5 horas de trayecto, no sin problemas técnicos debido al agua.
Pero el Sedán no solo no se hundió sino que completó su trayecto planeado, y después de la odisea, las modificaciones del auto fueron restauradas para exhibirse en el piso de ventas de una agencia de VW en Guadalajara.
Imágenes | México Desconocido
