¡Bye, bye, Beetle! La fascinante historia del ícono que vivió más de 60 años y transformó al mundo
Ayer sonaron las golondrinas en la fabrica de Volkswagen ubicada en el estado de Puebla, pues el coche que fungió como sucesor espiritual de la leyenda del Vocho, terminó su producción de forma definitiva a nivel mundial. Por ello recordaremos parte de la historia de este vehículo.
La leyenda que movió al mundo, idea de un tirano que se volvió símbolo de paz
La historia del Volkswagen Beetle tiene varios claroscuros, para empezar está su concepción, pues este auto fue idea de nada más y nada menos que... Adolf Hitler. Sí, este personaje había visualizado en Alemania una red de carreteras nuevas que permitiera una mejor circulación de su población entre las ciudad y poblados más importantes de una forma más directa y segura.
Sin embargo, en el momento de su concepción, Alemania seguía recuperándose de los estragos de la Primera Guerra Mundial, por lo que la economía de sus habitantes en general no era la mejor. Para poder usar esas carreteras, todos necesitarían de un auto que los llevara, aunque ese auto tendría que ser barato, confiable, resistente, fácil de reparar y tener capacidad de llevar a cinco personas y su equipaje a al menos 100 km/h.
Con esto en mente, Hitler comisionó a Ferdinard Porsche —sí, el fundador de la casa de deportivos alemanes—, para que creará un "Volks Wagen", que en español quiere decir "coche del pueblo". Tras varios cambios en su diseño, el Volkswagen Type 1 —nombre real que recibió en Alemania—, comenzó a producirse en 1939, desafortunadamente, ese mismo año Alemania entró a la Segunda Guerra Mundial, tal suceso hizo que la producción de modelos civiles se detuviera.
Años más tarde cuando terminó la guerra, poco a poco se volvió a fabricar este auto, ahora con una misión más importante, ayudar en general a la economía alemana a salir de los estragos de ese conflicto bélico.
La sencillez, confiabilidad, practicidad y capacidades del Beetle hicieron que se volviera un auto que vendiera millones de unidades y que incluso duraría en producción más de 60 años, llegando a convivir con su reinterpretación moderna en algunos países. En Estados Unidos fue mal recibido desde 1949, por ser totalmente opuesto a lo que los autos "americanos" eran en ese momento. Además el resentimiento a todo lo que era alemán por ese entonces le complicó más la vida.
Tiempo más adelante cuando Volkswagen contrató a una empresa de publicidad para ayudarles a cambiar la percepción del Beetle, este coche se convirtió en un símbolo de paz, pues durante los 60 la corriente hippie proliferaba en Estados Unidos, a su vez la ideología de esta corriente estaba en contra del consumismo y los lujos, por lo que un auto como el Type 1 o apodado Beetle (escarabajo), era la forma perfecta para moverse sin hacer gala de lujos innecesarios.
En Europa fue reemplazado desde los años 70 por el Golf, pero sus cualidades y bajo costo en todo sentido lo hicieron perfecto para los países en desarrollo. Por ello en México se fabricó hasta inicios del nuevo siglo, también en la planta de Puebla. Hablamos de que técnicamente el mismo modelo pensado en los años 30, había sobrevivido hasta 2003, con claros cambios y actualizaciones, pero siendo básicamente lo mismo.
The New Beetle, la reinterpretación de un clásico
El sueño del Volkswagen New Beetle comenzó en México en 1997, sin embargo, antes de ello hubo varios obstáculos que sortear. Todo empezó con la idea de producir algo llamado el "Concepto 1", tras meses, juntas e incluso una iniciativa para juntar las firmas de los trabajadores que estaban dispuestos a trabajar en esa línea, el Beetle comenzó su aventura en México.
El primer modelo fue de color blanco, mismo que fue recibido con una gran celebración por parte de la marca. Durante el evento de despedida nos contaron que ese año, 1997, sólo producían 60 Beetle diarios, sin embargo, apenas un año más tarde la popularidad del auto en los mercados a los que llegó, obligó a la planta a elevar las unidades diarias hasta las 650.
Un éxito mayor al esperado
La reinterpretación del Beetle fue un éxito, el elemento nostálgico y juvenil inyectado al coche lo hizo un objeto de deseo, a pesar de ser un auto capricho. El New Beetle nació como una estrategia dirigida al mercado estadounidense, su primer concepto se mostró en 1994 y desde entonces causó suficiente expectativa y buenos comentarios para que la marca acelerara su proceso de producción.
Cuando llegó el modelo de producción sólo mantenía la esencia del original, pues se había actualizado para ser un coche moderno, alejado de aquel clásico pequeño, y hasta cierto punto simple. El nuevo Beetle se construía sobre la plataforma PQ34 que compartía con varios otros modelos de la marca, incluyendo el Golf IV, SEAT León y Audi A3, entre otros. Este nuevo modelo llevaba el motor al frente del auto, se llenaba de los sistemas de seguridad de la época y añadía el equipo necesario para hacer cómodos nuestros viajes.
Bajo el cofre tuvo motores aspirados que producían potencias desde 75 hp, al menos uno con turbo y el siempre emocionante VR6 de 3.2 litros con 225 hp del Beetle RSI, técnicamente un Beetle de carreras para la calle.
The Beetle, la tercera generación de la leyenda
La tercera generación del auto apareció en 2011 ya como modelo 2012. Dejó de llamarse "The New Beetle" para adoptar un nombre más simple, "The Beetle". Este producto seguía teniendo en mente al mercado estadounidense, sin embargo, el Beetle anterior tuvo un enfoque mayor en el público femenino como objetivo principal, por ello esta segunda generación trato de darle una figura que apelara más a ambos géneros.
A su vez adoptó la plataforma A5 de grupo Volkswagen, eso significó que pudo crecer en todas direcciones, recibir motores más nuevos, más equipamiento y seguridad. Al igual que el de generación pasada tuvo una variante cabriolet.
Bajo el cofre este nuevo Beetle adoptó nuevos bloques turbo que iban desde 1.2 litros hasta los 2.0 litros, también tuvo algunas ofertas diesel. Para México si llegaron a ofrecer un par de modelos con motor turbo, sin embargo, el que se mantuvo como la opción base en la mayoría de sus versiones fue el motor de cinco cilindros de 2.5 litros que produce 170 hp.
En sus años de vigencia tuvo también muchas ediciones especiales que iban desde un Beetle Turbo, el emocionante Turbo GSR, el Pink y Denim, Coast, Fender, Xbox, R-Line, All-Star, en fin, muchos. Aunque en este caso nunca tuvo una variante puramente pensada en el desempeño como el caso del RSI. Eso sí, existió un concepto de Beetle R, aunque desafortunadamente sólo se quedó en eso, un concepto.
En sus últimos años el Volkswagen Beetle comenzó a sufrir por las tendencias de la industria, pues como sabemos, los SUV están en la mente de la mayoría de los consumidores. Mientras que los coupés y en general los autos capricho pierden su mercado poco a poco.
Tal factor más el nuevo enfoque de Volkswagen en electrificar su gama, ha hecho que este vehículo llegue a su fin. No sin antes irse con cifras envidiables para la industria automotriz, tanto la mundial, como la mexicana. En la planta de Puebla se fabricaron 1.7 millones de Beetle en ambas carrocerías y con todo tipo de motores, pues desde aquí se mandaba a todos los países donde tenía presencia.
El Beetle se va de la planta y las agencias, pero definitivamente se queda en la memoria de la industria automotriz, de los amantes de la marca y hasta en la de aquellos que no lo encontraban atractivo. Cargar con tal nombre e historia nos hace pensar que esta despedida es momentánea, para que más adelante cuando Volskwagen estabilice su paso a los eléctricos, el Beetle pueda regresar con una reinvención total... ¡de nuevo!
¡Gracias, Beetle! ¡Adiós, Beetle!
