Tras más de una década en el mercado sin una actualización profunda, el Volkswagen Gol continúa aferrándose a la categoría de los subcompactos más accesibles. Su nueva generación fue retrasada debido a las medidas tomadas por la firma alemana en Brasil a raíz de la crisis sanitaria actual, pero todo apunta a que el proyecto se retomará para el próximo año.
Pablo Di Si, CEO de Volkswagen para América del Sur, confirmó a Reuters que a final de año habría una importante inversión para la fábrica de la marca en Taubate, donde todavía se producen Gol y Gol Sedán para algunos mercados. El ejecutivo también mencionó que aunque el segmento de los autos de entrada no va a desaparecer, sí se está volviendo drásticamente más pequeño.
La confirmación de esta inversión podría suponer aire fresco para el nombre Gol dentro de la gama Volkswagen. En principio, la marca busca reemplazarlo mediante el lanzamiento de una nueva versión de entrada de Polo, llamada Track, pero el nombre Gol tiene tanto peso en la región, que difícilmente sería abandonado.
De esta manera, el sucesor del Gol conservaría su nombre, pero se transformaría en un vehículo mucho más afín a las tendencias actuales del mercado: un pequeño SUV, basado en una versión más sencilla de la plataforma MQB, para colocarse por debajo de la gama del Polo y llenar, además, el hueco que dejó el Fox —y Crossfox— en la gama.
El nuevo Volkswagen Gol se presentaría en el transcurso de 2022 y no sería el único modelo al que se destine la inversión en la fábrica de Taubate. La marca también planea llevar a producción a la Tarok, la pick-up con la que competiría contra Fiat Toro y Renault Oroch.