Uno de los motores de seis cilindros más icónicos de la industria se despide este año. El VR6 de Volkswagen pone fin a una historia de más de 30 años, en los que encajó en todo tipo de vehículos, desde los SUV de más alta gama de la marca, hasta compactos como Golf, e incluso en el legendario Beetle.
El primer VR6 de Volkswagen se estrenó en 1991 para los Passat y Corrado europeos. Su peculiaridad radica en un ángulo en V más estrecho de lo acostumbrado en el resto de los motores V6. En su primera aplicación, ese VR6 tenía 2.8 litros de cilindrada y desarrollaba 190 hp.
Con los años, y según el modelo, este propulsor fue adaptando su potencia, hasta alcanzar 204 hp. En 2001 llegó una nueva generación, llevada a 3.2 litros, y designada a los deportivos más deseados de la época: Golf R32, Beetle RSi y Audi TT, además de modelos medianos y grandes de Grupo Volkswagen.
A finales de 2005, Volkswagen llevó su motor VR6 hasta 3.6 litros de cilindrada para el Passat, que por aquella época estrenaba generación en Estados Unidos. Esa misma base mecánica se utilizó para la siguiente generación de Passat, para algunos Touareg e incluso para la variante más accesible del Porsche Cayenne.
Con el paso del tiempo se fue ajustando para cumplir con las normas ambientales estadounidenses, pero las leyes de emisiones terminaron por ganar su batalla este año. Los últimos modelos que mantenían este motor VR6 eran Teramont y Cross Sport, pero con la llegada de su facelift, Volkswagen eliminó el motor de seis cilindros de la gama, dejando como única opción al motor turbo de 2.0 litros.
Así, el icónico VR6 de Volkswagen termina su trayectoria. Al menos de este lado del planeta. En China aún se ofrece en algunos modelos, como el Talagon. La marca se encuentra caminando hacia una estrategia de electrificación y downsizing con el fin de cumplir con las normas ambientales de cada región.
