Xiaomi nunca será Porsche, ni le interesa serlo: en China, un SU7 ya se considera más premium que un Taycan. Es una alerta roja para las demás marcas alemanas

Xiaomi nunca será Porsche, ni le interesa serlo: en China, un SU7 ya se considera más premium que un Taycan. Es una alerta roja para las demás marcas alemanas
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Una noticia encendía alertas en la industria automotriz europea hace unos meses: la consultora MHP dijo que los autos chinos ya habían alcanzado la misma calidad que los europeos. MHP trabaja para Porsche. El gigante asiático evoluciona a un ritmo apabullante y marcas que parecían intocables, como Porsche, empiezan a sufrir los estragos.

Porsche Xiaomi Taycan

Los gurús del marketing están convencidos de que lo más valioso en una empresa es la marca. La competencia podrá copiarte el diseño, la calidad e incluso el producto entero, pero nunca serán tú ni llevarán tu logo. Dicho de otro modo, Xiaomi puede lanzar un auto eléctrico con aires de Taycan, pero nunca será un Porsche. Lo que nadie vio venir es que a un mercado tan relevante como el chino, eso le tiene sin cuidado.

Las ventas de los últimos años han demostrado que los consumidores chinos no están casados con una marca. Si mañana aparece un BYD que sea más interesante y barato que el Volkswagen, Nissan o Ford de toda la vida, se cambiarán a BYD sin pensarlo dos veces. Lo importante son las características, no tanto la marca.

En el segmento de lujo, la historia parecía ser distinta. Llevar un Porsche, o la marca premium que se te ocurra, era un símbolo de estatus y prestigio. Hoy no. La firma de Stuttgart vendió 28% menos autos en China en 2024, mientras Xiaomi, recién estrenada en el mundo del motor, facturó más de 100,000 unidades de su sedán eléctrico, el SU7.

Porsche Taycan 2025

Un claro ejemplo de que al consumidor chino le importan más las características que la marca es la influencer local Seaky He, que en 2017 se compró su primer coche, un Mercedes-Benz CLA rojo. El año pasado lo cambió por un Xiaomi SU7 porque se estaciona solo y permite ajustar el aire acondicionado de manera remota: "estoy escogiendo mi nuevo auto y ni siquiera consideré comprar otro coche alemán".

China está marcando el paso en términos de movilidad eléctrica y de vehículos donde el software es el componente más importante. El reto para Porsche y las demás marcas occidentales no sólo es seguirles el paso, sino hacerlo al costo en que lo hace China.

Gary Ng, economista de Natixis Corporate & Investment Banking, menciona en el New York Times que los consumidores chinos ya están listos para aceptar que las marcas chinas pueden producir autos que ellos consideren premium. Stefan Bratzel, director del Center for Automotive Management en Alemania se sincera ante la situación y confiesa que "como fabricantes alemanes, tenemos que ser al menos tan (o más) innovadores porque somos más caros, pero gradualmente eso se ha perdido porque los fabricantes chinos ahora son tan, y a veces más, innovadores".

Xiaomi Su7

Porsche tuvo que recortar 1,900 empleos en Alemania debido a que la demanda de sus modelos eléctricos ha sido menor a lo esperado, y China ha sido un factor directo de influencia. El reto no es sólo para Porsche. Volkswagen, Mercedes-Benz, General Motors, Ford y muchas otras marcas están perdiendo la batalla de ventas en China contra las marcas locales, que a su vez empiezan a abrirse paso en el mercado europeo y latinoamericano.

Fotografía | Porsche y Xiaomi

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