No nos toma por sorpresa que MINI esté dando un salto hacia el campo de los vehículos eléctricos, luego de que BMW anunciara los planes de electrificación para el grupo en los próximos —muy próximos— años. El MINI Electric Concept, que será develado en el Auto Show de Frankfurt, es una ventana hacia lo que podremos encontrar de la firma británica en 2019, ya como modelo de producción.
El MINI Electric está siendo desarrollado para entornos urbanos, sin que ello represente un adiós para el diseño icónico de la marca o para el go-kart feeling que tanto presumen. Se trata, simplemente, de la adaptación de MINI a la era de los vehículos eléctricos, sin alterar las raíces de la propia firma.
Por tanto, el MINI Electric Concept no sólo aprovecha el carismático diseño de la generación actual, también se apoya en un esquema de suspensiones que transmita emociones al conducir, un tren motor muy responsivo y una meticulosa revisión aerodinámica que le permita ser más eficiente.
Desde la base es reconocible que se trata de un MINI. Calaveras, silueta, faros y parrilla conservan la identidad del modelo original, pero —al menos en el caso del prototipo— estrena una serie de elementos futuristas, como la configuración interna de los faros, el acabado de la parrilla y la combinación de color gris mate con amarillo fosforescente.
Algunas piezas del equipo aerodinámico, como los deflectores de aire o algunas tomas de aire simuladas fueron fabricadas a partir de un proceso de impresión 3D, con lo que MINI demuestra la utilidad de este método en términos de producción.
El MINI totalmente eléctrico será presentado en algún momento de 2019. El paso de la marca hacia el mundo de los EV es totalmente lógico si consideramos la avanzada infraestructura de BMW y que no son precisamente nuevos en el campo. Desde 2008, el MINI E circuló por las calles de algunas de las principales ciudades; fue un proyecto de 600 unidades para usuarios privados, cuya experiencia puso un ladrillo en la construcción del BMW i3, recientemente actualizado.
