El dólar ha afectado los precios de los autos en México, pero no sus ventas... ¿por qué?
La volatilidad del peso ante el dólar es algo que afecta la vida diaria de todos nosotros. Con el aumento del precio de la moneda americana este año, la economía de muchos mexicanos se ha visto afectada, sin embargo, la venta de autos ha estado a la alza en lo que va del año con excepción del mes de junio, que fue el primero en el año en notar una caída en ventas.
En un inicio esto suena contradictorio. ¿Cómo es posible que si el dólar aumenta y la inflación sube, las ventas de autos no hayan disminuido? No planeamos entrar en un estudio detallado que explique el comportamiento de la economía de nuestro país, a fin de cuentas somos un medio de autos, no de economía, pero igual podemos encontrar algunos motivos por los cuales la venta de autos tardó tanto en desacelerar.
Comprar un auto nuevo parece ser más fácil que nunca
Uno de los motivos principales de este fenómeno, y probablemente el más importante, son las facilidades de pago que muchas marcas están dando a sus clientes. La gran mayoría de las marcas en México cuentan con compañías propias que ofrecen servicios de crédito, lo que les facilita ofrecer mejores tasas que en un banco convencional. Los bajos enganches y tasas de intereses favorables han llevado a muchos compradores a los pisos de ventas en donde parece ser más fácil que nunca obtener un crédito.
Los bajos enganches y tasas de intereses favorables han llevado a muchos compradores a los pisos de ventas
Otro motivo es la gran versatilidad que tenemos en nuestro mercado. Entre más modelos hay, la competencia es más dura, por lo que las marcas deben idear maneras en las que los clientes los volteen a ver, ya sea ofreciendo las antes mencionadas facilidades, o de plano con descuentos que pongan a sus modelos en ventaja sobre los demás.
Aunque los precios de los autos han aumentado considerablemente en los últimos años, el hecho de que muchos de los modelos comercializados en nuestro país se fabriquen aquí mismo ayuda a mantener los precios en un rango razonable, lo que también ayuda a mantener el ritmo de ventas.
Queremos lo más nuevo lo antes posible
A todo esto hay que sumar un aspecto psicológico que aunque pudiera parecer poco importante, cada día cobra más protagonismo. Las generaciones actuales están acostumbradas a tener lo más nuevo en cuanto a tecnología y moda se refiere. Antes un auto duraba al menos cinco años en una casa antes de que se pensara siquiera en la posibilidad de cambiarlo. Eso se ha ido modificando y cada vez es menor el tiempo que alguien tiene un auto antes de querer el modelo nuevo. Los ciclos de vida de los autos se están acelerando por lo mismo y aunque en términos generales una generación sigue durando alrededor de esos cinco años, las puestas al día son cada vez más comunes, con modelos sufriendo dos o tres rediseños en el lapso de vida de una generación.
Cada vez es menor el tiempo que alguien tiene un auto antes de querer el modelo nuevo
Evidentemente no es lo mismo cambiar de auto que cambiar de teléfono, pero la tendencia parece ser muy clara. Todavía no llegamos al grado de cambiar de auto cada año como en otros mercados, pero si los arrendamientos mejoran es algo que podría pasar en el futuro cercano.
Quiero circular todos los días
Otro motivo que ha ayudado a las ventas de autos este año son las contingencias ambientales. Sabemos que muchos estados del país no son afectados por esto, pero cada vez más entidades se están sumando al programa hoy no circula, que en algunos casos ha provocado que incluso autos nuevos dejen de circular en el área metropolitana de la capital y sus alrededores.
Esto ha provocado que mucha gente trate de adquirir el auto más nuevo que pueda, para que en caso de haber un periodo extendido de contingencias poder seguir utilizando su auto. Esto también afecta al mercado de los autos usados, aunque todavía no vemos las ramificaciones completas del impacto que tendrá.
¿Se acabó la bonanza?
Junio parece marcar el final de esta tendencia de ventas ya que en Estados Unidos también fue el primer mes del año en el que las ventas disminuyeron. Esto podría ser el reflejo de una desaceleración económica mucho más grande, pero como ya mencionamos antes, no vamos a entrar en esos detalles.
La falta de estabilidad del peso ante el dólar es algo a lo que ya no estábamos acostumbrados, durante más de diez años se mantuvo estable y ahora parece cambiar cada semana. Esto también afecta a las marcas ya que no pueden estar cambiando los precios cada vez que el dólar sube o baja, pero sí modifica el precio de la versión del siguiente año de un auto.
La baja en ventas podría significar mejores ofertas y planes de financiamiento para lo que resta del año, por lo que si tienes planeado comprar un auto nuevo, este puede ser buen momento para ir a visitar los distribuidores y ver qué marca te ofrece el mejor trato.
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