Chevrolet Bolt EUV Rainbow, a prueba: mamá, papá... soy eléctrico
Mamá, papá: soy eléctrico. El Chevrolet Bolt EUV nació en una familia que por muchos años presumía sus grandes motores V6 y V8. Una familia donde parecía que no había lugar para él. Pero los tiempos cambian, las mentes se transforman y hoy este modelo viene a demostrar que lo alternativo ya no es alternativo. Hablo de autos eléctricos, claro. Del Bolt EUV Rainbow.
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Chevrolet Bolt EUV Única versión
$939,900
- Motor: CA Sincrónico de imán permanente
- Potencia: 200 hp
- Par: 266 lb-pie
- Transmisión: Automática de una velocidad
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco / disco
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 7 segundos
- Peso: 1,668 kg
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Barra de torsión
- Longitud: 4,306 mm
- Cajuela: 461 litros
- Consumo en ciudad: 15.9 kWh / 100 km
- Autonomía: 408 km
- Capacidad de la batería: 65 kWh
- Fabricado en: EE. UU.
Antes de comenzar, aclarémoslo. El Bolt EUV Rainbow no es una edición especial ni está a la venta. Se trata de una acción de General Motors con motivo del mes del Orgullo, como aliado de la comunidad LGBTQ+. De ahí todos los colores que lo decoran.
Esta pintura —que en realidad es un wrap— no está a la venta, pero el Chevrolet Bolt EUV sí. Se trata de la segunda generación del primer modelo completamente eléctrico de General Motors, que ahora responde al apellido EUV en alusión a su carácter de SUV. Es 15 cm más largo que el Bolt EV hatchback que ya no se vende en México, con lo que gana, sobre todo, espacio. Pero vamos por partes.
Comencemos con lo nuevo que hay por fuera. El diseño obedece al nuevo ADN de vehículos eléctricos de Chevrolet. Apuesta por faros bastante delgados y una iluminación de LED futurista en ambos extremos. Esta versión EUV, a diferencia del EV tradicional, tiene cierto sabor todoterreno gracias a las piezas en plástico sin pintar, los pasos de rueda más definidos y los rieles portaequipajes.
Un interior más congruente con el precio
Aunque la cabina del Bolt anterior quizá tenía un sabor un poco más futurista, sus costos de desarrollo pasaban factura en la selección de materiales. El diseño lucía fresco y la combinación de tonos ayudaba, pero al final nos encontrábamos con plásticos totalmente rígidos y que llegaban a recordar al Spark.
Hoy que el mercado de los vehículos eléctricos ha madurado y que General Motors logró amortizar algunos costos, el Bolt EUV lo aprovecha para ofrecer acabados mucho más congruente con el precio. No esperes materiales premium, porque la propuesta de Chevrolet no camina hacia allá, pero sí hay una mayor cantidad de superficies suaves, algunas forradas en cuero y otras decoradas con acabados tipo aluminio.
El diseño pone como protagonista a una enorme pantalla de 10.2” de buena resolución y compatible de forma inalámbrica con Android Auto y Apple CarPlay. Frente al conductor hay otra pantalla de 8” altamente personalizable y que muestra información relevante del manejo, con gráficos amigables y controles sencillos desde el volante.
Pese a su enfoque futurista, me encanta que el Bolt EUV conserva controles físicos para el aire acondicionado. Eso sí, los coloca en un panel negro brillante que seguramente, al igual que la pieza alrededor de la pantalla y en la consola central, mostrará varios arañazos con el paso del tiempo.
Lo interesante del Chevrolet Bolt EUV no está en el diseño ni en los acabados, sino en lo que ofrece a nivel equipamiento en relación con el precio. Esto, claro, comparado con otros vehículos eléctricos. Por menos de un millón de pesos incluye climatización automática con sensor de humedad, asientos delanteros con calefacción y ventilación —y ajuste eléctrico del lado del conductor— faros de LED, cargador inalámbrico para teléfonos y una buena suite de asistencias de conducción, que incluye alerta de colisión frontal con freno autónomo de emergencia y detección de peatones, asistente de mantenimiento de carril y asistente de luces altas automáticas. Lleva, además, 10 bolsas de aire. Lo único que me faltó en la configuración del Chevrolet Bolt EUV para México fue un espejo retrovisor electrocrómico y quizá un monitor de punto ciego.
En términos de conectividad también hay una propuesta interesante. Lleva el sistema OnStar con WiFi a bordo, información del auto desde el teléfono sobre estado y porcentaje de carga, ubicación de cargadores y, además, integración con Amazon Alexa.
Ahora bien, hablemos de espacio. Al ser esta la versión “SUV” y lo entrecomillo, porque me parece más un monovolumen, el Bolt EUV ofrece un mejor espacio que la generación pasada. Tenemos buen lugar para rodillas, sobre todo al saber que el auto mide solo 4.3 metros de largo. Eso sí, el espacio para cabeza es algo justo y las baterías bajo el piso del auto restan algo de lugar para pies.
Chevrolet vuelve a mentir con la autonomía
El Bolt EUV emplea la misma plataforma que la generación anterior. También usa la misma batería y el mismo motor. ¿Qué ha cambiado entonces? Poco. Lo necesario. A nivel manejo noto un auto mejor aislado y más controlable, con una dirección de tacto más preciso y una suspensión que absorbe mejor irregularidades del camino. Es una suspensión suave y claramente enfocada al confort, aunque la chispa con la que responde el motor eléctrico de vez en cuando incita a una conducción más divertida.
El motor eléctrico envía su poder al eje delantero. Son 200 hp y 266 lb-pie, que se pueden enviar súbitamente al mínimo roce del acelerador. Esto consigue una respuesta realmente ágil, típica de los autos eléctricos y que me encanta. Así, el Bolt EUV puede ser considerado un auto rápido, capaz de llegar a 100 km/h en el tiempo de un hot hatch, unos 7 segundos. Y ojo con cómo lo describo: es un auto rápido pero no deportivo.
El chasis es demasiado blando para considerarlo deportivo. En curvas se apoya bien por el mismo peso de las baterías, colocadas en el piso del vehículo, pero al final vas a sentir el movimiento de la carrocería en maniobras abruptas. Además, cuando arrancamos a fondo, las llantas tienden a deslizar un poco y la adherencia depende más de la electrónica que de la mecánica. En buena medida esto debe al tipo de llantas, orientadas a la eficiencia.
Y pues bien, hablemos de eficiencia. Con la generación anterior te dije que Chevrolet mentía sobre la autonomía. Daba más de lo que reportaba la marca. Y no sólo a mí, a varios colegas nos sucedió lo mismo. Hoy con el Chevrolet Bolt EUV la situación es similar porque, básicamente, estamos ante el mismo motor y la misma batería, que es de 65 kWh, suficientes para recorrer hasta 397 km por carga, según General Motors, y 408 km en condiciones reales.
Su autonomía me parece bastante buena. No veo necesidad de cargarlo entre semana para los recorridos del 95% de las personas. Tiene además la opción de cargarse a 120 o 240 V, eso en caso de emergencias. En una unidad de 120 V, lentamente recupera 6.4 km de autonomía en una hora. En una instalación de 240 V, que se puede mandar a colocar en casa, le toma 8 horas llegar al 100%.
9.1
A favor
- Mejor autonomía que la prometida.
- Buen nivel de equipamiento.
- Manejo cómodo y ágil.
- Orgulloso de sus colores.
En contra
- La infraestructura sigue siendo un reto para todos los EV en México.
- El piso del auto se siente elevado en los asientos traseros.
- Sigue sin ser un vehículo accesible.
No es barato, pero sí un EV interesante
La generación anterior del Bolt me parecía el auto eléctrico más sensato del mercado. No era ni el más barato ni el más caro, ni el más refinado ni el que pecara de simplón. Hoy me lo sigue pareciendo.
Con un precio de 939,900 pesos, no es para nada un vehículo accesible, pero aún así es más barato que un Nissan LEAF e infinitamente más interesante. También es 200,000 pesos más barato que el Tesla Model 3 más accesible. JAC ofrece un par de alternativas por alrededor de 700,000 pesos, que pintan interesante por el precio, pero la propuesta de tecnología de conectividad y seguridad de Bolt EUV me hace verlo como el auto eléctrico más equilibrado del momento.
La importancia de un Chevrolet Bolt EUV Rainbow
No puedo terminar esta reseña sin hablar de la importancia de acciones como este Bolt EUV Rainbow. Independientemente de lo que me lleguen a parecer sus autos, General Motors me gusta como marca por ser un aliado permanente de la comunidad LGBTQ+.
Conozco a gente que trabaja ahí y me queda claro que todo el año hay acciones de inclusión, sólo que en junio estas acciones también se viven también hacia fuera de la empresa, con un auto decorado con los colores de la bandera de la comunidad. Este año fue un Bolt EUV.
Me parece importante dar visibilidad a este tipo de acciones, sobre todo en el sector automotor, donde en más ocasiones de las que me gustaría haber presenciado, he notado conductas poco tolerantes. Al final, los autos son una cosa tan maravillosa y despiertan tanta pasión, que no entienden de edades, género, preferencias o nacionalidades, sólo entienden de personas que, como tú o yo, nos apasionan.