Manejamos el Honda CR-V, el SUV que quiere (volver a) marcar el paso en el segmento

El Honda CR-V lleva 22 años siendo el mismo. Es cierto que sus cinco generaciones han evolucionado y recogido mucho know-how del segmento de los SUV, pero ninguna se ha alejado de la misma base. Los gustos y las necesidades de las familias sí que han cambiado desde 1994, pero la esencia del CR-V es unigeneracional: confiabilidad, practicidad y comodidad.

En pleno 2017, el reto es mantener atractiva esa fórmula exitosa de hace un cuarto de siglo, frente a propuestas cada vez más interesantes por parte de la competencia. Viajamos a Puerto Vallarta para conocer a detalle todo lo que ofrece la quinta generación del Honda CR-V: lo mismo de siempre, vestido con un nuevo motor turbo y todo un arsenal de conectividad.

El Civic de los SUV es más Civic que nunca

El nuevo Honda Civic ha sido muy bien recibido por los especialistas y por el público en general. Que el Honda CR-V no sólo ocupara esa misma plataforma, sino que también siguiera el mismo lenguaje de diseño exterior e interior, ha sido todo un acierto por parte de la firma japonesa. Incluso hay ángulos con destellos de Acura, como el diseño de los faros y el uso de cromo al por mayor.

Respecto a su generación pasada, el Honda CR-V es apenas 11 mm más largo, 35 mm más ancho y sólo 2 mm más alto. Si se ve más grande, en realidad es por efecto del diseño. Es poco lo que ha crecido, pero aún así gana algunos centímetros en espacio para cabeza, cadera y equipaje. La base de la cajuela está colocada muy abajo, lo que facilita el acceso a objetos pesados. Además cuenta con la función "ábrete, Sésamo", con la que basta pasar el pie por debajo de la defensa para abrir la cajuela.

El interior da un salto importante. Sigue apostando por formas discretas —como cualquier otro auto familiar— pero con algunos destellos tecnológicos, como aquel Civic que tenía interiores de nave espacial. En el caso del nuevo CR-V, el cuadro de instrumentos es completamente digital y ofrece información muy completa acerca del estado del auto, la computadora de viaje, el sistema de sonido y de navegación.

Los acabados son muy buenos. Predominan los materiales suaves en el tablero y en las zonas de las puertas con las que mayor contacto tenemos. Los ajustes de los ensambles parecen sólidos y no producen ruidos ni al circular por adoquín. La combinación del acabado laqueado de la pantalla, los insertos tipo madera y algunos detalles tipo aluminio cepillado crean una atmósfera bastante atractiva, que sin ser premium, deja una gran impresión de calidad.

El motor turbo no lo transforma en un CR-V Type R, pero sí en un SUV ágil

La mejor parte de la renovación no va encaminada al diseño, ni a los acabados, ni al equipamiento, sino al motor. El modelo base conserva el motor atmosférico de la generación pasada, con 184 hp y 180 lb-pie de par; lo interesante empieza a partir del modelo intermedio, que recibe el motor turbo de 1.5 litros del Honda Civic, pero un poco más apretado para llegar a 188 hp y 179 lb-pie de torque.

Como resultado no tenemos un Honda CR-V que acelere como deportivo, pero sí un SUV ágil capaz de realizar rebases e incorporaciones de una manera rápida. A pesar de ser un motor pequeño, no se siente torpe a bajas revoluciones; el turbo prácticamente no tarda nada en entrar y su respuesta es muy lineal. Hay suficiente torque para despegar a partir de las 1,000 rpm y el máximo está disponible apenas a las 2,000 rpm.

La transmisión empata de maravilla con este motor. Aunque no deja de sentirse como una caja CVT, los cambios son realizados en el momento justo, sin llevar muy arriba en revoluciones al motor, pero tampoco dejando pegada la aguja a algún punto del tacómetro. Dicho así, es una de las transmisiones CVT más inteligentes del mercado. El único "pero" es que no cuenta con modo manual, aunque sí con funciones S y L.

A nivel conducción, el Honda CR-V deja buen sabor de boca. En zona de curvas el body roll está presente por la altura de la carrocería y la orientación familiar de su esquema de suspensión, pero es muy controlable gracias a una dirección precisa correctamente asistida y a la intervención de las asistencias.

Una opción costosa, sí, pero muy interesante

El Honda CR-V 2017 está disponible en México en tres versiones. La de acceso, llamada EX, cuesta 389,900 pesos; la más equipada, Touring, se eleva hasta 489,900 pesos. El rango de precios es elevado, sí, pero lo compensa con un buen nivel de equipamiento y calidad desde el modelo base.

A nuestro parecer, la opción más interesante de la gama es la Turbo Plus, que ya incluye el nuevo motor de 1.5 litros, además de todas las opciones de conectividad y seguridad, y una buena dosis de confort. Quien quiera añadir un toque premium al CR-V, puede apostar por la Touring, que suma asiento del conductor de ajuste eléctrico, apertura de cajuela manos libres y un sistema de sonido con 9 bocinas.

Con todo lo anterior, el Honda CR-V se convierte en uno de los modelos que mejor balancean prestaciones, confort, practicidad, durabilidad y calidad. Con un Sportage fuerte, un CX-5 renovado y un X-Trail anclado al ranking de ventas, el Honda CR-V está bien armado para defenderse en la muy complicada batalla de los SUV light. ¿Recomendable? Mucho.

Ficha técnica del Honda CR-V

' Cifras oficiales por la EPA

Precios del Honda CR-V 2017 en México

• Honda CR-V EX — $389,900
• Honda CR-V Turbo Plus — $449,900
• Honda CR-V Touring — $489,900