Honda CR-V 2020, a prueba: el SUV más vendido de México se pone al día (+ video)
El Honda CR-V es el SUV más vendido de México. Así, de primera impresión, es fácil entender por qué gusta tanto. Pongámonos exigentes. Su modelo 2020 llega a la mitad del ciclo de vida de esta generación, con lo que se presenta el momento de una actualización. ¿Qué vale la pena y qué no del SUV superventas de Honda? Lo tuvimos a prueba.
El CR-V lleva entre nosotros unos 17 años. Que Honda confiara en esta categoría desde principios de la década nos ayuda a entender su éxito hoy: ahora que los SUV están de moda, CR-V representa un nombre conocido entre un mar de opciones. Desde aquella primera generación que llegó a México, hasta el modelo actual, el Honda CR-V ha sabido mantener su identidad.
La actualización del modelo 2020 es muy sutil, lo suficiente para lucir fresco sin que el modelo anterior parezca viejo. El diseño de la fascia se torna más agresivo, la parrilla recibe algunos retoques y piezas como el parachoques, las calaveras y las salidas de escape también se ponen al día.
Una cabina discreta y bien resuelta
El interior de CR-V me parece correcto. No brilla por los acabados más sofisticados, ni espanta por piezas baratas. Abundan materiales suaves de tacto gomoso y la decoración va a cargo de insertos que simulan madera. El diseño es discreto y prioriza la facilidad de uso en el día a día, sin perseguir formas extravagantes ni combinaciones peculiares de colores, porque su perfil de cliente no lo busca.
El cuadro de instrumentos es digital, grande y de fácil lectura. La palanca de velocidades va colocada en una posición alta y, aunque su ubicación resulta cómoda, el accionamiento es muy seco; suena y se siente como una de hace más de 10 años.
La pieza donde va colocado el sistema de infotenimiento da la impresión de que su pantalla es grande, aunque su superficie es de sólo 7". No está mal, pero la categoría ya amerita pantallas más grandes. Además, su interfaz empieza a sentirse obsoleta tanto en gráficos, como en rapidez. Eso sí, es compatible con Android Auto y Apple CarPlay.
Fuera de eso, no tengo quejas acerca del habitáculo de CR-V: asientos cómodos, una consola central sumamente práctica —la mejor de la categoría— y buenos ajustes entre piezas. Lo nuevo del modelo 2020 en realidad es la introducción de un cargador inalámbrico para teléfonos en esta versión, la más equipada.
Hablemos de equipamiento
En lugar de rediseñar el tablero o introducir piezas nuevas, Honda prefirió centrar sus esfuerzos en mejorar la dotación de equipo a lo largo de toda la gama. Por ejemplo, ahora todas las versiones llevan faros de LED. Esta versión Touring estrena encendido remoto de motor desde la llave, dos memorias para ajuste de asiento y el cargador que ya te mencioné.
El resto del equipamiento proviene del modelo anterior, y es muy completo. Sobresalen el portón trasero manos libres, el quemacocos, la tapicería en cuero, los asientos delanteros eléctricos, el sistema de sonido de 9 bocinas, el climatizador automático y apertura remota universal de garajes.
¿Qué le falta? Asistencias de conducción. No las básicas, sino las que esperas al hablar de un vehículo que ya ronda 600,000 pesos. No hay freno autónomo de emergencia ni asistente de mantenimiento de carril, sólo está el sistema LaneWatch: una cámara lateral que se proyecta en la pantalla al encender la direccional, para que veas autos del punto ciego. Es útil, pero prefiero un monitor de punto ciego tradicional; LaneWatch no emite alertas acústicas, sólo funciona del lado derecho, no deja ver mapas en la pantalla mientras funciona y puede servir de poco cuando llueve.
La mejor carta de presentación del Honda CR-V es el espacio. Sentarse en los asientos traseros ayuda a entender por qué este SUV lidera las listas de ventas. El espacio abunda en todas las dimensiones. CR-V, sin ser de los SUV más largos de su categoría, sí es el que mejor aprovecha el espacio. Atrás tiene, además, salidas de aire acondicionado y un par de puertos USB de carga rápida.
La cajuela también es generosa. Tiene un volumen de hasta 1,065 litros detrás de la segunda fila y su acceso es bajo, ideal para subir objetos pesados. Aquí sólo hay que tener cuidado, porque el portón trasero es largo; hay que guardar algo más de espacio cuando haya paredes o coches detrás.
Ahora sólo está disponible con motor turbo
La mejor noticia de esta actualización es que Honda por fin se despide del motor de 2.4 litros, para dejar al motor turbo de 1.5 litros en todas las versiones. Su aplicación en Accord y Civic me gustó, y CR-V no es la excepción.
Desarrolla 188 hp y 179 lb-pie. No es explosivo, pero sí le da la agilidad suficiente para moverse rápidamente. Es curioso que sí hay algo de retraso en la entrada del turbo, porque el verdadero punch se siente pasando las 2,000 revoluciones, pero el motor tiene suficiente par desde bajas revoluciones. No se siente tan vivaz, aunque tampoco torpe al arrancar.
Una de las razones de este comportamiento es la transmisión CVT. Sí, es CVT y nunca la preferiré por encima de una automática tradicional, pero Honda tiene actualmente de las mejores CVT del mercado, a pesar de que en este caso no haya opción a cambios manuales.
La caja da prioridad siempre la zona baja del tacómetro, y no es tan reactiva al hundir el pie sobre el acelerador, pero no adolece de los principales males de este tipo de transmisiones: no se estanca en un mismo rango de revoluciones, no hace ruidos excesivos ni se siente como si el cambio "se le patinara". Hace todo lo posible por ahorrar. Promediamos 9.5 km/l en ciudad.
Dinámicamente hay sorpresas. CR-V entiende de maravilla a sus clientes y ha perfeccionado la fórmula del SUV desde el volante. Es un SUV sumamente cómodo, muy capaz de aislarte del ruido exterior y también de los baches o irregularidades del camino, sin caer en una marcha que todo el tiempo vaya cabeceando. Vamos, es una suspensión suave, no aguada. Y eso me gustó.
Me gustó también la sensación de conexión. El volante comunica tanto como debería hacerlo un vehículo de este tipo, que no es para gente a la que le gusta conducir, pero que tampoco se excede en asistencias ni anestesia la conducción. En ese sentido, creo que Honda tiene uno de los SUV más equilibrados.
Un SUV versátil, cómodo y bien entendido con México
Que el Honda CR-V sea el SUV más vendido de México no es ninguna sorpresa luego de conocerlo. Tiene esas cualidades que busca el consumidor promedio: mucho espacio, comodidad, buena respuesta y alto grado de equipamiento. Ha defendido su lugar con los años, y esta actualización le ayuda a aferrarse al primer lugar en ventas.
Sus precios van de 489,900 a 589,900 pesos. No es ni el más barato ni la más caro. Yo sólo le mejoraría la oferta de asistencias de conducción, que cada vez va cobrando relevancia entre sus competidores, y un sistema de infotenimiento más al día.
8.6
A favor
- Muchísimo espacio y varias soluciones de versatilidad.
- El manejo: ágil y cómodo a partes iguales.
- La cabina es sencilla, pero bien terminada.
En contra
- El sistema de infotenimiento empieza a sentirse obsoleto.
- LaneWatch puede ser útil, pero no mejor que un monitor de punto ciego común.
- La transmisión CVT no tiene modo manual.
Honda CR-V Touring
$589,900
- Motor: 4 cilindros turbo de 1.5 litros
- Potencia máxima: 188 hp @ 5,600 rpm
- Par máximo: 179 lb-pie @ 2,000 rpm
- Transmisión: Automática CVT
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco / Disco
- Peso: 1,544 kg
- Velocidad máxima: N.D.
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 10 s
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Independiente multibrazo
- Longitud: 4,626 mm
- Cajuela: 1,065 litros
- Consumo en ciudad: 9.5 km/l
- Consumo en carretera: N.D.
- Consumo combinado: N.D.
- Capacidad del tanque: 57 litros
- Fabricado en: Estados Unidos