KIA Soul GT-Line 2020, a prueba: el mejor motor para el Soul que no veremos en México
México es uno de los primeros países del mundo en recibir al KIA Soul 2020. Su estreno mundial tuvo lugar apenas en noviembre pasado durante el Auto Show de Los Ángeles, y desde entonces la filial mexicana ha acelerado el paso para lugar su comercialización en nuestro país desde mediados de este mes.
Antes de poder conocer el modelo con especificaciones para México, KIA nos permitió ponerle las manos encima a uno de sus prototipos de prueba en una configuración que, por muy interesante que nos pareciera, no vamos a poder encontrar en los concesionarios. Ponte cómodo para leer acerca del nuevo e inalcanzable KIA Soul GT-Line.
Tan extrovertido como continuista
El KIA Soul 2020 es totalmente nuevo y a la vez no lo es. La mayoría de sus piezas no tienen nada que ver con el modelo anterior, se trate de exterior, cabina o aspectos mecánicos. Lo cierto es que la fórmula sigue siendo muy parecida a la de antes y desde algunos ángulos la transformación ha sido un tanto continuista para seguir siendo un modelo que arriesga desde la mirada.
Sus rasgos me recuerdan a un Stormtrooper. El frente cuadrado y las líneas horizontales crean una imagen un tanto robotizada —sí, fans de Star Wars, yo sé que los Stromtroopers no son robots— que atrae muchas miradas en las calles. Curiosamente, es el primer KIA en mucho tiempo donde no encontraremos la emblemática parrilla tiger-nose. En la parte trasera, las calaveras ahora recorren toda la puerta de la cajuela a manera de arco, aunque las luces principales conservan su silueta en forma de L.
Nuestro ejemplar de pruebas vestía el paquete GT-Line, que no estará disponible en México. Cuenta con un diseño deportivo de parachoques, un acabado de panal para la parrilla y decoraciones rojas en distintas zonas de la carrocería; en la parte trasera simula salidas de aire y estrena un difusor con salida de escape central.
Una cabina tan funky como siempre
Si el exterior te parece continuista, el interior lo es todavía más. El foco de atención se concentra al centro del tablero, donde un "rectángulo redondo" enmarca los controles principales. Todo apunta a que en México no veremos la nueva pantalla de 10.2 pulgadas con la que se estrenó esta generación en Estados Unidos, sino una de 8 pulgadas, aunque habrá que esperar a las especificaciones finales para nuestro país.
Todavía no podemos hablar de acabados ni ensambles porque el Soul que probamos era de preproducción y no llevaba piezas definitivas. Desde el punto de vista de diseño, me parece muy acertado para llegar al cliente que la marca busca: ese que va a disfrutar la iluminación de LED en bocinas y puertas, y que destella en distintos colores al ritmo de la música. Muy llamativo de noche, por cierto.
No sabemos el número de versiones ni el equipamiento con el que estará disponible el KIA Soul 2020 en México, aunque ya nos confirmaron que encontraremos elementos como cargador inalámbrico para smartphones, quemacocos —ya no hay techo panorámico— e incluso head-up display, que se suman a otros elementos antes conocidos, como llave inteligente, pantalla a color en el cuadro de instrumentos y climatizador automático.
El motor ideal para un vehículo extrovertido
Todos los KIA Soul 2020 que llegarán a México en unos cuantos días llevarán el motor atmosférico de ciclo Atkinson de cuatro cilindros y 2.0 litros —sí, heredado de Forte. La unidad que probamos, en cambio, llevaba un propuslor que ya conocemos en México, pero que no veremos en este modelo: un motor turbo de 1.6 litros de 201 hp y 195 lb-pie, asociado a una transmisión automática de doble embrague de siete velocidades.
Este motor da vida a otros modelos de la marca, como el Forte GT e incluso a la versión más equipada del Soul anterior. Su nivel de prestaciones es más que sobresaliente para vehículos de estas dimensiones, y sin ser totalmente un deportivo, su respuesta dibuja fácilmente una sonrisa en el conductor. La patada del turbo es bastante sutil y comienza a sentirse a 2,000 revoluciones, sin que eso signifique que hay poco par a bajas revoluciones. Le resulta muy fácil arrancar.
Del chasís no podemos hablar mucho porque el ejemplar que probamos fue utilizado para la fase de desarrollo y no llevaba la puesta a punto definitiva. Si el Soul GT-Line de producción se mueve como el que manejamos, la dirección será bastante dura y la suspensión muy seca. Lo más probable es que el modelo final no sea así.
La plataforma que utiliza el Soul 2020 es totalmente nueva —muy probablemente compartida con Hyundai Kona— a pesar de conservar su distancia entre ejes. Los cambios en la arquitectura se concentran en un incremento en la rigidez con el fin de aumentar el nivel de protección a pasajeros en casi de accidente y mejorar la calidad de marcha. Las dimensiones del auto cambian ligeramente, de 4,100 a 4,195 mm a lo largo.
¿Por qué no tendremos KIA Soul GT en México?
Según nos cuentan en KIA, la estrategia de la marca decidió que aquellos clientes que buscan el desempeño de un motor turbo volteen a ver al nuevo Forte Hatchback. El diseño vanguardista y disruptivo del Soul ya supone su propio nicho de mercado; si se añade un propulsor de este tipo, sería un nicho sobre nicho.
Es cierto que la generación anterior sí ofrecía esta configuración mecánica, sin embargo, en aquellos años no había un Forte con apellido GT. Hoy la marca prefiere apostar por el hatchback, aunque no se cierra a que en algún futuro se sume esta opción a la gama del Soul.
Su lanzamiento tendrá lugar esta misma semana, todos con el motor de 2.0 litros de 147 hp y transmisión CVT —IVT en KIA. Es probable que la versión más accesible pueda configurarse también con transmisión manual, aunque habrá que esperar el anuncio oficial. Con esta nueva generación, Soul reforzará su participación en el segmento B-SUV, donde Mazda CX-3, SEAT Arona, Toyota C-HR, Honda HR-V y Peugeot 2008 pintan como sus principales competidores.