Probamos el MINI Clubman, ya es nuestro segundo MINI favorito
Sí, ya sabemos. Que cómo es posible, que estamos locos, que el MINI Clubman es bastante extraño... a estas alturas, cuando decimos que el Clubman es nuestro segundo MINI favorito, ya hemos escuchado de todo. Debemos de confesar que, al principio, nosotros también nos mostrábamos algo reacios a esta propuesta de MINI, pero tras una semana de convivir con él, muchas cosas cambiaron.
¿Qué tiene de raro el MINI Clubman? Comparado con su generación pasada, el nuevo es bastante normal. Las puertas ya no son asimétricas, pero el portón trasero se sigue abriendo en dos partes. Es cierto que es más largo que un MINI convencional, y que sus calaveras, aunque conservan la onda retro, son muy distintas a lo que estamos acostumbrados de la marca, pero, en el fondo, es un producto mucho más sensato que el de tres puertas. Sí, puedes seguir juzgándonos locos.
El Clubman es un MINI menos MINI en tamaño, pero no en prestaciones
Hablemos de números. El MINI Clubman mide exactamente 4,252 mm de largo, es decir, 40 centímetros más que un MINI Cooper de tres puertas. No es poco. Sobre la báscula es, además, 155 kilos más pesado —un total de 1,390 kg—, ¿cómo puede seguir siendo divertido si debe cargar con todo esto? No logramos comprenderlo, así que decidimos manejarlo.
No sabíamos que era tan pesado hasta que revisamos la ficha técnica. En curvas, el Clubman va igual de bien que un MINI de tres puertas.
Al presionar el peculiar botón de encendido y hundir el pie sobre el acelerador, no encontramos mayor diferencia respecto a un Cooper S de tres puertas. Ambos son impulsados por el motor TwinPower Turbo de 2.0 litros de 192 hp y 206 lb-pie de torque, y aunque el Clubman es más largo y pesado, acelera igual de bien que su hermano menor. Habrá que sacar el cronómetro para darse cuenta que, de 0 a 100 km/h, es sólo 0.3 segundos más lento.
El motor es capaz de contrarrestar el peso extra del Clubman, tanto en sprint como en recuperaciones, pero ¿en qué medida logra hacerlo el chasís? Gracias a una mayor distancia entre ejes —17.5 centímetros extra— y a los 8 cm que gana de ancho, el Clubman se mueve en curvas como si fuera sobre rieles. La suspensión firme y la dirección ágil se encargan de mantener el go-kart feeling del modelo de tres puertas. ¿Te somos sinceros? No sabíamos que era tan pesado hasta que leímos la ficha técnica. Al volante, va igual de bien que cualquier otro MINI. Countryman es tema aparte.
¡Es un MINI en el que ya no pides ir adelante!
Si tienes un MINI o conoces a alguien que tenga uno, sabrás que la mayoría de las personas odian ir en los asientos de atrás. Es muy pequeño y algo incómodo. Ahí recae la gracia del MINI Clubman, y la razón por la cual es nuestro segundo MINI favorito: es tan divertido como uno de tres puertas, pero tan versátil como para acomodar a cinco pasajeros, un poco apretados —cuatro caben mejor—, pero ya pueden estirar las piernas.
Su carrocería tipo vagoneta está muy bien lograda. No nos atrevemos a decir que es tan amplio como un compacto —entiéndase Jetta o Sentra—, pero definitivamente sus plazas traseras son más espaciosas que las de un Ibiza, por ejemplo. Al final del día, el Clubman es el MINI que te compras cuando tienes familia, pero no quieres un coche tan tradicional.
El portón trasero es muy llamativo, sí, pero a veces es poco práctico. Al abrirlo, es fácil golpear al auto estacionado atrás.
La cajuela tiene una capacidad de 360 litros, que sobre el papel parecen pocos, pero en la práctica resultan suficientes para acomodar las maletas de los cuatro o cinco pasajeros en un viaje de tres o cuatro días. Al igual que la generación pasada, el portón se abre en dos partes, detalle curioso, pero poco práctico, pues si hay un coche estacionado atrás muy cerca, será fácil golpearlo al abrir la cajuela.
Del resto, hay poco que decir. El interior mantiene el nivel de calidad de la marca, tanto a nivel materiales, como ensambles. En México está disponible en dos versiones —Chilli y Hot Chilli—, manejamos la más equipada, que incluye: sistema de infotenimiento con navegación, head-up display, vestiduras en piel, techo panorámico, apertura inteligente de cajuela, asistente de estacionamiento semiautomático, sonido Harman Kardon, clima automático y demás musts en el segmento premium.
Una opción lógica en un segmento sin mucho sentido
El MINI Clubman no es para nada barato. El modelo base arranca en 495,000 pesos, mientras que el tope de gama le pega a los 550,000 pesos. Como tal, el Clubman no tiene competidores directos en México, pero por sus características y precio, nosotros lo colocaríamos frente a algunos de los SUV urbanos premium, como el Mercedes-Benz GLA, el Audi Q3, el BMW X1 (con el que, de hecho, comparte plataforma) y el Infiniti QX30, aunque claro, son clientes que buscan cosas distintas.
Considerando su nivel de equipamiento, las sensaciones al volante y la practicidad para el día a día, el Clubman es una opción que pocos sabrán valorar —y aún menos podrán pagar—, pero quienes lo hagan, estarán al volante de un producto muy maduro, bien logrado y, sobre todo, que no representa la rendición de los autos divertidos ante las necesidades familiares.
Por cierto, nuestro MINI favorito sigue siendo el John Cooper Works, hasta nuevo aviso.
8.4
A favor
- Por fin un MINI en el que caben todos
- Tan divertido como uno de tres puertas
- El nivel de equipamiento, muy bueno
En contra
- El portón trasero no siempre es práctico
- El precio, está incluso por arriba del John Cooper Works
Versión probada | Hot Chilli Cooper S | ||
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Cilindrada | 1,998 cm³ | Tracción | Delantera |
Bloque motor | 4 cilindros turbo | Capacidad de la cajuela | 360 litros |
Potencia máxima (hp @ rpm) | 192 hp @ 5,000 rpm | Consumo en ciudad | 10.2 km/l |
Par máximo (lb-pie @ rpm) | 206 lb-pie @ 1,250 rpm | Consumo en carretera | 14.6 km/l |
Transmisión | Automática de 8 vels. | Consumo mixto | 12.4 km/l |
Peso | 1,390 kg | Capacidad del tanque | 48 litros |
Velocidad máxima | 228 km/h | Emisiones de CO2 | 140 g/km |
Aceleración 0-100 km/h | 7.1 s | Precio | $550,000 |
Fotografía | Gerardo García | Daniela Pérez