Cubrir la actualidad del motor y andar de shooting en shooting es un trabajo muy demandante que de vez en año amerita unas buenas vacaciones. La ruta para pasar unos días en Guanajuato ya estaba bien trazada, y mi bólido azul —que da más km/l que km/h— estaba listo para el viaje. Casi con las maletas en la mano, recibo una llamada de Édgar de BMW para ofrecernos el nuevo MINI John Cooper Works... ¿Cómo decirle que no al buen Édgar?
Tras algunos ajustes al itinerario, pasamos a recoger al más poderoso de los MINI a las oficinas de la marca. Con su color dulce de leche, decorado con techo y espejos rojos, el MINI John Cooper Works nos dijo hola mientras notábamos que, en efecto, no es como cualquier otro Cooper; es uno con 231 hp provenientes de un motor de 2.0 litros TwinPower Turbo que prometía llevarnos del reposo a los 100 km/h en 6.1 seg. Hola, MINI JCW, respondimos.
¡Conducir un MINI John Cooper Works es una tortura! ...y no precisamente por la suspensión firme
Poco a poco la Ciudad de México comenzaba a perderse en el retrovisor. La autopista México-Querétaro, con sus interminables rectas y escasas curvas, nos incitaba a hundir sin piedad el pie derecho sobre el acelerador. La reacción es casi inmediata, incluso antes de que te haga sonreír (porque lo hace), el cuerpo se pega de golpe al asiento mientras los 231 hp y las 236 lb-pie de torque hacen de las suyas.
Todo el par motor está disponible desde las 1,250 revoluciones... es decir, siempre. De hecho, en modo Sport —incluso en MID— la transmisión no permite que la aguja del tacómetro descanse. Cualquier roce con el acelerador se traduce en una ganancia rápida de velocidad. Con todo este poder a nuestro alcance, rebasar es pan comido; más aún gracias a las paletas de cambio que pueden ser accionadas sin importar si no llevamos la caja en modo manual. La ventaja —por comodidad, claro— es que al realizar el cambio al volante, la transmisión no se queda en modo manual de manera permanente... a menos que así lo indiquemos desde la posición de la palanca de cambios.
Al final, conducirlo es una tortura... ¡Porque es genial! Tu lado Motorpasión te pide más y más, pero tu lado Circula Seguro te dice que estás en una autopista. ¡Qué difícil es gobernarse cuando se está al volante de un coche tan divertido! Los aplausos y una orden de tacos al pastor hay que dárselos a quien pueda ser prudente en un MINI John Cooper Works. Nosotros... lo intentamos, casi todo el trayecto mantuvimos un ritmo adecuado, pero de vez en vez caímos en las provocaciones del máximo exponente del go-kart feeling.
Por cientos de kilómetros, el MINI John Cooper Works fue el amo y señor del carril izquierdo. No hacía falta acercarse demasiado al coche de enfrente o hacer un cambio de luces para anunciar un rebase; la sonrisa traviesa del MINI en el retrovisor del auto de adelante era razón suficiente para que el conductor comprendiera que lo más prudente sería hacerse a un lado. No los quitamos, se quitaban.
Qué bonita es la gente que vive en Querétaro
Nuestra primera escala fue en la ciudad de Querétaro. Para ver qué tan multifacético puede ser el JCW, cambiamos de modo Sport a modo Eco. La dirección se vuelve sensiblemente más ligera, el acelerador menos explosivo y la transmisión procura realizar pronto los cambios. Poco pierde de deportivo, pero gana comodidad en escenarios urbanos.
El navegador nos llevó directo al centro, donde quedamos sorprendidos por la cultura vial que se vive en la capital queretana. En los cruces de sus calles, la gente respeta el uno de aquí y uno de allá, da preferencia a los peatones y respeta los lugares de estacionamiento reservados para personas con capacidades diferentes.
A pesar de ser un deportivo, nunca pegamos en ningún tope o bache. No es tan chaparro como parece.
La sorpresa pronto se convirtió en hambre; el estómago pedía comida, así que buscamos algún lugar para estacionarnos. Nuestra unidad de pruebas venía con el sistema de estacionamiento semiautomático (opcional), que en un par de maniobras nos dejó bien pegados a la banqueta, lo suficiente para respirar tranquilos por no haber rayado los rines (opcionales de 18") que por su diseño tocarían la banqueta antes que la goma de la llanta. Los de serie, de 17", también viven muy cerca de la desgracia. Sí, dolería rayarlos.
Mientras nos estacionábamos el MINI John Cooper Works se estacionaba, podíamos notar las miradas de curiosidad de la gente, pero no sabíamos si se debían a que no estábamos tocando el volante o por el propio diseño del auto. Al bajar y escucharlos decir ja, parece de juguete, comprendimos que por muy acostumbrados que estuvieran a ver MINIs en las calles, éste tenía algo de especial.
Respecto a un MINI Cooper S, el John Cooper Works pierde los faros de niebla para ganar una fascia más deportiva que, por mínimas diferencias que muestre, dota al JCW de una personalidad aún más brutalmente adorable. En la trasera, una defensa con salidas de aire simuladas complementa su apariencia deportiva, que se ve acentuada por emblemas John Cooper Works por aquí y por allá. Y sí, por la combinación de colores parece un coche de juguete.
Hola, soy Guanajuato y odio los coches... sí, también a ti, MINI John Cooper Works
El siguiente destino sería, ahora sí, la ciudad de Guanajuato. Como no conocíamos el nombre de ninguna calle en concreto, aceptamos la sugerencia del navegador: Guanajuato Centro. La ruta estaría compuesta por otra carretera con muchas rectas, pero con algunas curvas poco complicadas que nos permitieron catar parte de las capacidades del John Cooper Works.
El soporte de los asientos deportivos es perfecto para tomar curvas. Así es fácil creerse piloto de carreras.
La dirección es fiel a todas las indicaciones y sumamente comunicativa. Sumada a la suspensión firme, el cohete de MINI nunca pierde los pies de la tierra las llantas del asfalto y se mueve como si fuera sobre rieles. La tolerancia de las asistencias dependerá del modo de conducción en que lo llevemos. El resultado es un tracción delantera divertido de conducir, que más allá de temer llegar al límite, te invita a alcanzarlo.
Después de unas horas al volante, una glorieta nos decía "Bienvenidos, el destino cultural de México" y el navegador nos pedía que diéramos vuelta a la derecha. Al lugar al que fueres, haz lo que vieres diga el navegador. Sabíamos que Guanajuato tiene calles estrechas, pero nadie nos contó que pronto tendríamos que abatir —eléctricamente— los espejos laterales y pasar a escasos 7 cm de cada lado en callejones donde daba igual si pasabas con un MINI o con un Vocho, era inevitable que la gente dijera ¿qué hace un coche rodando por aquí? Pobre... Qué bueno que íbamos en un MINI, y no en una Lobo.
La ciudad de Guanajuato es espectacular, pero definitivamente no es una ciudad para andar en coche, mucho menos en un MINI. Toda la zona clásica de Guanajuato tiene calles de adoquín, geniales para sentirte en el siglo XIX, no tan buenas cuando conduces un coche con una suspensión tan firme como la del MINI John Cooper Works. Nada insufrible, pero lejos de ser cómodo.
Conducir un MINI Cooper por el antiguo drenaje de una ciudad: Hecho
De las 39 cosas de mi lista de cosas por hacer antes de estar muerto, puedo tachar ésa. Guanajuato es una ciudad mágica con túneles del tiempo; en un extremo hay edificios modernos, en el otro hay calles de adoquín, callejones estrechos y construcciones coloniales. Entramos con un MINI John Cooper Works 2016, pero por la experiencia a-lo-Harry Potter pensaríamos que saldríamos al volante de un MINI Cooper 1968 ad hoc con el estilo de la ciudad.
Estos túneles en algún momento fueron ramales del Río Lerma, que con el tiempo se convirtieron en el drenaje de la ciudad. En algún momento de la historia de la ciudad, algún gobernador decidió terminar con las aguas negras y convertir el drenaje en calles transitables. Como construir un segundo piso, pero al revés.
Quizá no sea el mejor lugar para andar en un MINI, pero si algo tienen en común el John Cooper Works y Guanajuato, es el concepto #NotNormal con el que la marca lo quiere vender. El habitáculo es un espectáculo de luces que se disfruta mejor en la oscuridad. Se puede elegir entre diferentes tonos de iluminación ambiental, los gráficos de la pantalla son muy buenos y el techo panorámico complementa la experiencia de conducir en el drenaje.
Lo que empieza se acaba, regresamos al D.F. y entregamos el MINI robado
Después de haber convivido más de mil kilómetros con él y de haber vivido toda una experiencia en una de las ciudades más hermosas de México —y del mundo—, devolvimos el MINI John Cooper Works. ¿Con qué nos quedamos? Con su explosivo desempeño que demuestra que no es para posers —es un deportivo hecho y derecho— y con su singular estética.
¿Qué cambiaríamos? El espacio en la banca trasera, que es para pasajeros sin piernas... pero entonces dejaría de ser un MINI. Añadiríamos un espejo retrovisor electrocrómico —por favor, BMW, tu coche supera el medio millón de pesos y lleva esta tecnología que igual está en un Grand i10— y, quizás, revisaríamos los ensambles, que son muy buena, pero no están exentos de ruidos en el tablero al circular en zonas mal pavimentadas. El adoquín es tema aparte.
8.4
A favor
- ¡Se mueve como si fuera sobre rieles!
- El motor es explosivo y emociona
- El diseño interior es emotivo e innovador
- El mantenimiento es gratis por tres años
- El Head-up Display es una maravilla
En contra
- La suspensión no es apta para espaldas débiles
- La marca olvidó el espejo retrovisor electrocrómico
- El espacio para piernas en la banca trasera es muy reducido
- Se mueve como bala... pero debes respetar los límites de velocidad
Versión probada | JCW Hot Chilli AT | ||
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Cilindrada | 1,998 cm³ | Tracción | Delantera |
Bloque motor | 4 cilindros | Capacidad de la cajuela | 211 litros |
Potencia máxima (hp @ rpm) | 231 hp @ 5,200 rpm | Capacidad del depósito | 44 litros |
Par máximo (lb-pie @ rpm) | 236 lb-pie @ 4,000 rpm | Consumo urbano | 8.5 km/l |
Peso | 1,220 kg | Consumo en carretera | 14.5 km/l |
Velocidad máxima | 246 km/h* | Consumo mixto | 11.5 km/l |
Aceleración 0-100 km/h | 6.7 seg | Emisiones de CO2 | 136.5 g/km* |
Transmisión | Automática de 6 vels. | Precio | $530,000 (sin opcionales) |
[*] Cifras oficiales del fabricante
En Motorpasión México | MINI Cooper S, prueba