Mitsubishi L200 2025, la probamos en serio: una voraz máquina off-road, ahora con buenos modales en carretera
A veces subestimamos todo lo que puede hacer una pick-up. Las reducimos simplemente a herramientas de trabajo o a vehículos off-road. En algunos casos son sólo eso, es verdad, pero en otros pueden ser todo en uno. Eso plantea la Mitsubishi L200 2025 en México, una nueva generación que habla de resistencia y aventura, pero también de tecnología y confort.
Todo en la nueva L200 es nuevo. Diseño, entrañas, botones, tecnologías... todo es recién salido del empaque. De hecho, su arquitectura fue desarrollada desde cero para conseguir un mayor nivel de capacidad todoterreno y aumentar, a la vez, su grado de comodidad. Y si te lo preguntabas: no, Nissan no utiliza esta plataforma inédita... todavía.
Debo confesar que tenía mis dudas respecto a lo cómoda que podía ser una L200. Si alguna vez manejaste modelos anteriores, estarás de acuerdo conmigo en que se sentía robusta, pero la suspensión —especialmente la trasera— rebotaba mucho. Era una pick-up, con las virtudes y defectos que ello implica.
Tras haber probado esta nueva generación, entiendo que los defectos de una pick-up se pueden corregir. Mitsubishi lo hizo. La L200 me sorprendió por su aplomo en carretera: hay un buen grado de insonorización y, sobre todo, transmite confianza al volante. Se siente estable. Hubo un tramo de autopista que, por andar tan metido en una plática, descuidé el velocímetro. Me excedí bastante, lo confieso, pero no hubo señales al volante ni en el comportamiento de la camioneta que delataran mi velocidad. Iba como si nada. Me di cuenta hasta mirar el cuadro de instrumentos —que ahora va con una pantalla de 7" a color—.
Mitsubishi logró crear una pick-up que, sin ser deportiva ni mucho menos, se entiende bien con altas velocidades. Al menos en tramos de autopista. En carretera con curvas, por la propia altura y peso de una pick-up, es mejor llevárnoslo con calma. La dirección mejoró su tacto y su precisión, aunque se siente un tanto artificial.
Luego está el motor, que es un turbodiesel de 2.4 litros y cuatro cilindros para la mayoría de las versiones —sólo la de acceso es a gasolina—. Desarrolla 201 hp y 345 lb-pie, suficientes para moverse con soltura. No es ni rápida ni lenta, pero sí se siente enérgica. El torque tiene todo el punch necesario para cargar con los hasta 1,080 kg que puede llevar en la caja. Además, al ser diesel, no hace falta revolucionarlo demasiado. Es un motor bien entendido con las necesidades y tareas de una camioneta de este tipo. Va, además, con una transmisión automática de seis velocidades, que me sorprendió por la suavidad de los cambios. Prácticamente no hay cabeceos.
Luce inofensiva, pero es una bestia fuera del asfalto
La Mitsubishi L200 2025 es como ese compañero de trabajo amable y tranquilo, que un día te enteras que tiene una banda de heavy metal los fines de semana. A simple vista es una pick-up hasta cierto punto discreta. Sí, el diseño y la talla impone, pero no hay pasos de rueda ensanchados, escapes vistosos o parachoques espectaculares que nos hablen de un carácter rabioso. Ni los tiene ni debería tenerlos.
¿Por qué lo digo, entonces? Porque, aun con esa pinta, lo que la L200 2025 puede hacer en caminos difíciles es digno de lo que esperas en vehículos de mayor desempeño. El recorrido de la suspensión —mejorado para esta generación— y la altura respecto al piso hacen que se ría de vados y de tramos con rocas altamente dispares, pero su punto más espectacular llega al momento de pasarla por arena o tierra suelta.
Si tú te vas hundiendo al caminar por la playa, imagínate el reto para un juguete de 5.32 metros de largo y dos toneladas. Lo que hace la electrónica y todo el hardware de la L200 es brutal, porque además tiene un as bajo la manga. A diferencia de otros vehículos 4x4, la nueva L200 no sólo tiene modos de manejo 2H, 4H y 4L. Tiene también un programa 4H Lock, es decir, puede mantener activo el bloqueo de diferencial sin activar la caja reductora. En palabras simples: destina el poder a las llantas que sí tienen tracción, sin necesidad de ir lento. Lo vuelve divertidísimo en caminos abiertos como dunas o desiertos.
Por si los caminos off-road por los que pasamos no fueran suficiente reto —y mira que nos metimos hasta al agua de mar—, Mitsubishi invitó a Hiroshi Masuoka, su piloto de rally. Nos dio un par de vueltas rápidas en terracería en una L200 tal y como sale de fábrica, sin accesorios ni preparaciones especiales. ¡Y lo que hace esta camioneta! Derrapa, acelera y, sobre todo, soporta el mal trato. La pista tenía un salto donde la camioneta termina en el aire.
¿Qué hay del equipamiento y la tecnología?
Otro gran avance para la Mitsubishi L200 2025 se encuentra al interior. El diseño es más amigable y los acabados mejoran. Mantiene piezas rígidas en zonas donde se necesita resistencia, e incorpora revestimientos suaves en piezas cuya única tarea es lucir bien. Hay, además, múltiples espacios para guardar objetos y herramientas.
El equipamiento, por su parte, califica como completo. A lo largo de la gama puede incluir faros de LED, llave inteligente con encendido remoto de motor, cámara de reversa, A/C automático de dos zonas, controles de A/C independientes para la segunda fila, rines de aluminio de 16 a 18" y una completa suite de asistencias. De hecho, desde la versión base ya incluye freno autónomo de emergencia y monitor de punto ciego. A lo largo de la gama se suman asistente de mantenimiento de carril, sensores de estacionamiento delanteros y traseros y alerta de tráfico cruzado trasero. Todas las versiones tienen siete airbags.
En general, para tratarse de una pick-up, el equipamiento es muy completo, especialmente en el apartado de seguridad para las versiones más accesibles. Quizá el único margen de mejora que encuentro, considerando el precio y la competencia, es una pantalla un poco más grande —el infotenimiento es de 8"— y quizá una cámara de visión de 360º, que ayudaría a maniobrar un vehículo así de grande y también a superar más fácilmente algunos obstáculos off-road.
Por su equilibrio entre desempeño, capacidad, fiabilidad y comodidad, la Mitsubishi L200 2025 pisa fuerte en una categoría con competencia difícil. Entre sus principales rivales se encuentran Nissan NP300 y Toyota Hilux, ambas con reputación de durabilidad y resistencia. El as bajo la manga de Mitsubishi es una conducción que no sólo brilla fuera del asfalto, sino también en carretera. Sus precios en México van de 573,100 a 852,400 pesos.
