Sí, lo que estamos a punto de decir sonará a cliché, pero así es en realidad: las pick-ups ya no son poco más que un simple animal de carga motorizado; ahora, desde las pequeñas hasta las full size hay equipamiento suficiente para pasar un buen rato al volante. Si quieres verlo desde un punto de vista moderno, la interpretación godín de la nueva Nissan NP300 Frontier en acción es como "el día de pastel" en la oficina.
¿Por qué? Porque aunque la atmósfera es agradable, no deja de haber algo que nos dice "eh, con calma, que aunque vas cómodo, no deja de ser trabajo". La Nissan NP300 Frontier ha evolucionado para ofrecer la misma robustez que cualquier pick-up de antaño, pero envuelta en comodidades del mundo moderno.
De hecho, al abrir las puertas y subir a la pick-up, la primera impresión que nos llevaremos es bastante grata. La sensación de calidad es realmente buena; el tablero integra materiales que, aunque duros —para aguantar los malos tratos— lucen agradables a la vista y mezclan adecuadamente texturas y trazos para dar como resultado un habitáculo muy atractivo... para tratarse de una pick-up.
Ya con las manos sobre el volante, habiendo girado la ignición, lo siguiente que llama la atención es el cluster a color entre el velocímetro y el tacómetro, que despliega información de la computadora de viaje y del equipo de sonido con buenos gráficos. En el centro del tablero también encontramos una pantalla que permite controlar todo el sistema de infotenimiento de la Frontier, con gráficos más sencillos, pero un funcionamiento bastante intuitivo. Como dato curioso, ya incluye la interfaz Nissan Connect para redes sociales.
A lo largo y ancho de la camioneta encontraremos tomas de corriente; encima del tablero, en la consola central y en los asientos traseros. La Nissan NP300 Frontier puede transportar hasta a cinco pasajeros que gozarán de un espacio bastante bueno considerando que detrás de ellos hay una batea que permite llevar hasta 1,105 kg —incluyendo el peso de los pasajeros. Nos gustaría que la marca comercializara una versión con este mismo equipamiento, pero con cabina simple para aumentar la capacidad de carga y las dimensiones de la batea.
Pero sí, sigue siendo una pick-up y su manejo lo comprueba
Mecánicamente, la Nissan NP300 Frontier es bastante más sencilla de lo que parece. Bajo el cofre encontramos el viejo y confiable motor de cuatro cilindros de 2.5 litros que desarrolla 158 caballos de fuerza y 172 lb-pie de torque. Una variante con motor de diésel sería mucho más sensata, sobre todo por la mayor disposición de torque, porque este bloque de gasolina seguramente le quedará justo cuando tenga que llevar encima más de una tonelada de carga.
El motor es asociado a una transmisión manual de 6 velocidades, cuya palanca de cambios demuestra la robustez de su configuración mecánica; en todo momento vibra y sus recorridos son bastante largos. Por su parte, la dirección es un tanto dura —sólo es hidráulica, no electrónicamente asistida— y la suspensión bastante blanda; lanchea al pasar topes y tomar curvas. Aunque el equipamiento nos hace olvidarnos que estamos a bordo de una pick-up, la conducción es por completo la de un vehículo de trabajo.
Dadas las características anteriores, y sumada la altura respecto al piso, creemos más que necesario que la marca incorpore más asistencias en pro de la seguridad. Nuestra unidad de pruebas, la más equipada de la gama, llevaba frenos ABS y distribución electrónica de frenado (EBD), pero por el tipo de vehículo y las características del chasis, el control de estabilidad es indispensable y la marca no lo ofrece. De hecho, Es lamentable que la versión básica no cuente con ABS ni con airbags.
Ahora bien, hablemos del consumo de combustible. La marca promete un rendimiento de 9.6 km/l en ciudad, cosa que no es del todo cierta, pero casi. Durante nuestras pruebas, conseguimos un rendimiento de alrededor de 8 km/l en condiciones de tráfico normal. Durante la madrugada, con la ciudad vacía y circulando en vías rápidas, alcanzamos un rendimiento apenas superior a los 10 km/l.
A la vista, la Nissan NP300 Frontier pareciera lista para aventurarse fuera del asfalto. Si lo que buscas es un todoterreno, debes saber que la Frontier no cuenta con ningún elemento —como el diferencial— que le asista en terrenos complicados. Lo único que le ayudará a sortear obstáculos es la altura respecto al piso.
Un título difícil de defender
La competencia no es poca. Por los 304,000 pesos que cuesta esta versión, la Nissan Frontier debe enfrentarse a ejemplares tan bien colocado como la Ford Ranger o la Toyota Hilux, o la Mitsubishi L200 que acaba de renovarse. A favor del ejemplar de Nissan tenemos la confiabilidad mecánica, la robustez general, el espacio interior, el buen nivel de equipamiento y la sensación de calidad, pero hay una gran área de oportunidad en seguridad —en Frontier y en todo el segmento— y en mecánica, que estamos seguros de que los motores de diésel —como el de la L200— son más eficaces para estas tareas.
En Motorpasión México | Nissan Sentra SR, prueba (parte 1) Fotografía | Salvador Sánchez